La historia nos lleva hacia la
China de la revolución cultural. Allí seguiremos la vida de una joven que
quiere ser maestra de escuela, que tiene un padre encarcelado por el régimen y
una madre que no para de recordarle que no debe hacer nada para llamar la
atención.
En éstas que la envían al
campo para seguir con su reeducación, y es allí donde conocerá al hijo de un
militar de alto rango del que se enamorará (y viceversa).
Desde ese momento seguiremos
la evolución de su relación, sin olvidar lo mal vista que podría estar y el
entorno en el que se desarrolla.
Me ha gustado mucho, esa
mezcla de cine íntimo, sin apenas diálogos y en el que las imágenes van
hablando por sí mismas, unido al trasfondo (no demasiado conocido en mi caso) y
la relación entre los personajes, hacen una película muy bonita y que vale la
pena ver.
Un drama romántico de los
grandes (por ambos lados), que sólo quedó empañado por lo distinto que es el
lenguaje visual que usa el director respecto a lo que estoy acostumbrado a ver.
Eso no es un fallo de la película, no me entendáis mal, sólo digo que me costó
un poco más meterme en ella debido a dicho lenguaje.
Ha sido una buena experiencia,
y estoy convencido que repetiré con el cine de ese país, o por lo menos lo
intentaré con otra película del mismo director.
Os la recomiendo si os gustan
las historias de amor, no tenéis prejuicios o simplemente os interesa ver algo
distinto.
Valoración Personal: 8,0.