22 excelentes capítulos componen la tercera temporada de Fringe, una temporada que ha girado en torno a la máquina que supuestamente puede destruir mundos y a la guerra entre los dos universos.
Nuevos misterios que resolver, pero todos giran en torno a la descomposición de los dos universos y al hecho que sólo uno de ellos puede sobrevivir.
Así, seguiremos de forma alterna las acciones que transcurren en cada uno de los universos, y qué hacen para poder ser ellos los que sobrevivan al choque.
Una temporada que engancha aun mas que las anteriores, sobretodo gracias a la correlación de un capítulo tras otro, desapareciendo prácticamente los de relleno en los que no avanzaba nada la trama principal.
Los personajes son mas maduros, se enfrentan a decisiones mas difíciles, y demuestran que son capaces de ir mas allá de lo que hubieran hecho al principio de la serie.
Todos los protagonistas están muy bien, alcanzando al fin la actriz que interpreta a Olivia el nivel de los demás actores del reparto.
Eso sí, quedan tal cantidad de cabos sueltos al final de la temporada, que mezclados con un par de explicaciones patilleras te dejan con un sensación de "con dos cojones" que podría mejorarse.
Un final que te obliga a seguir viendo la cuarta temporada. Malditos!
Vamos, que si no habéis visto la serie aun, ya estáis tardando; porque a poco que os guste la ciencia ficción no debéis dejar pasar de largo Fringe.
Nuevos misterios que resolver, pero todos giran en torno a la descomposición de los dos universos y al hecho que sólo uno de ellos puede sobrevivir.
Así, seguiremos de forma alterna las acciones que transcurren en cada uno de los universos, y qué hacen para poder ser ellos los que sobrevivan al choque.
Una temporada que engancha aun mas que las anteriores, sobretodo gracias a la correlación de un capítulo tras otro, desapareciendo prácticamente los de relleno en los que no avanzaba nada la trama principal.
Los personajes son mas maduros, se enfrentan a decisiones mas difíciles, y demuestran que son capaces de ir mas allá de lo que hubieran hecho al principio de la serie.
Todos los protagonistas están muy bien, alcanzando al fin la actriz que interpreta a Olivia el nivel de los demás actores del reparto.
Eso sí, quedan tal cantidad de cabos sueltos al final de la temporada, que mezclados con un par de explicaciones patilleras te dejan con un sensación de "con dos cojones" que podría mejorarse.
Un final que te obliga a seguir viendo la cuarta temporada. Malditos!
Vamos, que si no habéis visto la serie aun, ya estáis tardando; porque a poco que os guste la ciencia ficción no debéis dejar pasar de largo Fringe.
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