Mientras sigo leyendo el último volumen de la triología Nacidos de la Bruma, os traigo una nueva entrega de mis reseñas sobre la Rueda del Tiempo. Hoy toca el octavo libro original (catorceavo en edición española).
Veamos pues que aporta el Camino de Dagas a la saga de Robert Jordan.
Historia: Mientras Elayne y Nynaeve tratan de hacer funcionar el Cuenco de los Vientos, Perrin se dirige a Ghealdan para que la reina Alliandre respalde públicamente al Dragón Renacido. Rand continúa en Illian, intentando pacificar el país.
El tan deseado cambio climático, propiciado por el Cuenco de los Vientos, provoca bruscos cambios de temperatura que dificultan el desplazamiento de tropas.
Rand decide hacer frente a los seanchan en las costas de Ilian para frenar el avance del ejército invasor, pero además de al enemigo también tendrá que enfrentarse a la traición.
Como siempre en ésta saga, al menos desde el segundo volumen, el número de tramas y personajes que las protagonizan es bastante elevado, así que os resumiré un poco por encima cada uno de los ejes del libro. Eso sí, aviso que éste es el primero donde se ve claramente que Jordan suelta el acelerador y se toma algo mas de tiempo para colocar sus piezas en el entramado.
Por un lado tenemos que los reyes del norte se reúnen y llegan a algún pacto en lo referente a lo que debe hacerse con Rand al’Thor, un pacto que nos tendrá mareados durante muchos libros. En otro punto empezamos a ver cosillas de Verin que pueden indicarnos lo que se revela en uno de los últimos libros aparecidos.
El grupo formado por las que habían ido a Ebou Dar a por el cuenco de los vientos parece que aprende a usarlo. Un grupo en el que se mezclan Elayne, Nynaeve, Aviendha, las Detectoras de Vientos y las Allegadas, y en el que se tendrán que hacer equilibrios para que la tensión entre tantas mujeres poderosas no acabe por explotar.
En otro lugar tenemos a un Perrin haciendo lo que le ha dicho Rand: unir algún que otro reino bajo su estandarte. El antiguo herrero empieza a sentir el peso del mando y de estar convirtiéndose en algo que él no era. Además, el choque con fuerzas Shaido empieza otra trama que durará bastante.
En Salidar siguen las maquinaciones por el poder entre Aes Sedai, unas maquinaciones que tienen a Egwene en el centro y en las que debe aprender a moverse para no convertirse en un títere. Una interesante guerra política y de equilibrio de poderes con Siuan, Gareth Bryne, la Antecámara en el exilio, posibilidades que haya renegados infiltrados… interesante, aunque a veces lento.
Lógicamente hay mas tramas, como los movimientos de los renegados, ver a Elaida en la Torre Blanca, movimientos en campamentos Aiel… un poquito de todo para que no olvidemos qué está pasando en distintas partes del mundo.
Generalmente estamos ante un libro mucho mas pausado que los dos anteriores, con mucho mas peso político y lucha de personalidades (sobretodo femeninas).
Personajes: Al igual que he hecho en el resumen de la trama, los personajes los agruparé por los capítulos que comparten. Vayamos pues con los protagonistas:
Min: Sale poco, pero nos da algún que otro punto de vista distinto de lo que sucede alrededor de Rand. Se ha convertido ya del todo en un personaje fuerte, que no tiene miedo a decir lo que debe decir y en el que Rand se apoya.
Rand: El pastor ya no lo es, se está convirtiendo libro tras libro en un hombre frío y que lucha contra sus emociones porque cree que le hacen débil. Por si fuera poco debe lidiar con su locura y con los que tiene alrededor.
Elayne, Nynaeve y Aviendha: El trío que tiene el cuenco de los vientos tiene como gran problema lidiar con mujeres acostumbradas a ostentar el poder y con las que han pactado ciertas cosas. La primera se pone al mando, demostrando que puede ser líder cuando haga falta. La segunda queda un poco en segundo plano al pasar mas tiempo con Lan. Y la tercera nos da el contrapunto cultural con las otras dos, acostumbrándose poco a poco al estilo de vida de las que ella llama las Tierras Húmedas.
Egwene y las Aes Sedai de Salidar: Si los personajes anteriores mantienen ya una lucha de poderes importante, es Ewgene la que tiene que maniobrar y crecer todo lo deprisa que puede para convertirse en una auténtica Amyrlin. Para ello tendrá que hacer que las mujeres que la eligieron para ser su títere entiendan que el poder debe ostentarlo ella.
Perrin y Faile: Los recién casados no paran de discutir el uno que el otro, la mayor parte de las veces por los celos de Faile o porque Perrin no acaba de darse cuenta que su mujer necesita discutir como respirar. El primero sigue intentando hacer lo que debe hacerse sin asumir que es una pieza importantísima en el Entramado; la segunda apoya a su marido, aunque le repatea que él no se crea merecedor ostentar el liderazgo. A título personal tengo que decir que Faile me repatea la mayoría de las veces.
En la Torre Blanca: Elaida es otro de esos personajes cuya evolución no me esperaba. De ser una Aes Sedai fuerte y coherente (con sus cosas) acaba supedita a Alviain, que es sin ningún tipo de dudas una Negra. Parece mentira cómo cambian las cosas, la verdad. Aun así, sigue habiendo algún que otro foco de resistencia que hace las cosas mas interesantes.
Sevanna and Galina Casban: Las dos dirigentes de los Aiel Shaido tienen también sus propios problemas, el mayor de ellos es la manipulación que sufren por parte de los Renegados. Concretamente éstas dos son personalidades fuertes que quieren el poder a toda costa y que caminan por una fina línea con la locura a cada lado.
Opinión personal: Como he dicho ya un par de veces durante la reseña, éste libro peca de bajar un ritmo que nos llevaba lanzados hacia el final de la saga. Es eso un problema? No.
Y es que hay cosas que es mejor degustar lentamente, luchas de poder que requiere su tiempo armar, personajes que deben crecer y movimientos que deben ser realizados. Y todo eso lleva su tiempo y requiere un volumen de páginas y unas explicaciones que cualquier otro escritor hubiera pasado por alto.
Vale, sí, es cierto que a veces peca de recrearse excesivamente en cuestiones aparentemente superfluas, pero no es menos cierto que es ésta forma de narrar y de dar vueltas sobre los temas la que hace que la saga de la Rueda del Tiempo sea algo tan especial. Tejiendo lentamente una red de tramas, mentiras y suposiciones tal que a veces da sensación de vértigo.
Si los anteriores eran libros con un in crescendo increíble y con escenas espectaculares por doquier, éste (y alguno de los siguientes) son libros para reflexionar y posicionarse, en los que consolidar lo ganado puede ser tan importante como ganarlo.
Sigo recomendando encarecidamente la saga, eso sí, no creáis que es lectura fast-food. Se trata de algo que hay que leer con calma y sin prisas. Algo cuyo viaje vale, y mucho, la pena, pero que no es para todos los públicos.
Valoración personal: 9,6.
Valoración en Amazon: 5,57.
Veamos pues que aporta el Camino de Dagas a la saga de Robert Jordan.
Historia: Mientras Elayne y Nynaeve tratan de hacer funcionar el Cuenco de los Vientos, Perrin se dirige a Ghealdan para que la reina Alliandre respalde públicamente al Dragón Renacido. Rand continúa en Illian, intentando pacificar el país.
El tan deseado cambio climático, propiciado por el Cuenco de los Vientos, provoca bruscos cambios de temperatura que dificultan el desplazamiento de tropas.
Rand decide hacer frente a los seanchan en las costas de Ilian para frenar el avance del ejército invasor, pero además de al enemigo también tendrá que enfrentarse a la traición.
Como siempre en ésta saga, al menos desde el segundo volumen, el número de tramas y personajes que las protagonizan es bastante elevado, así que os resumiré un poco por encima cada uno de los ejes del libro. Eso sí, aviso que éste es el primero donde se ve claramente que Jordan suelta el acelerador y se toma algo mas de tiempo para colocar sus piezas en el entramado.
Por un lado tenemos que los reyes del norte se reúnen y llegan a algún pacto en lo referente a lo que debe hacerse con Rand al’Thor, un pacto que nos tendrá mareados durante muchos libros. En otro punto empezamos a ver cosillas de Verin que pueden indicarnos lo que se revela en uno de los últimos libros aparecidos.
El grupo formado por las que habían ido a Ebou Dar a por el cuenco de los vientos parece que aprende a usarlo. Un grupo en el que se mezclan Elayne, Nynaeve, Aviendha, las Detectoras de Vientos y las Allegadas, y en el que se tendrán que hacer equilibrios para que la tensión entre tantas mujeres poderosas no acabe por explotar.
En otro lugar tenemos a un Perrin haciendo lo que le ha dicho Rand: unir algún que otro reino bajo su estandarte. El antiguo herrero empieza a sentir el peso del mando y de estar convirtiéndose en algo que él no era. Además, el choque con fuerzas Shaido empieza otra trama que durará bastante.
En Salidar siguen las maquinaciones por el poder entre Aes Sedai, unas maquinaciones que tienen a Egwene en el centro y en las que debe aprender a moverse para no convertirse en un títere. Una interesante guerra política y de equilibrio de poderes con Siuan, Gareth Bryne, la Antecámara en el exilio, posibilidades que haya renegados infiltrados… interesante, aunque a veces lento.
Lógicamente hay mas tramas, como los movimientos de los renegados, ver a Elaida en la Torre Blanca, movimientos en campamentos Aiel… un poquito de todo para que no olvidemos qué está pasando en distintas partes del mundo.
Generalmente estamos ante un libro mucho mas pausado que los dos anteriores, con mucho mas peso político y lucha de personalidades (sobretodo femeninas).
Personajes: Al igual que he hecho en el resumen de la trama, los personajes los agruparé por los capítulos que comparten. Vayamos pues con los protagonistas:
Min: Sale poco, pero nos da algún que otro punto de vista distinto de lo que sucede alrededor de Rand. Se ha convertido ya del todo en un personaje fuerte, que no tiene miedo a decir lo que debe decir y en el que Rand se apoya.
Rand: El pastor ya no lo es, se está convirtiendo libro tras libro en un hombre frío y que lucha contra sus emociones porque cree que le hacen débil. Por si fuera poco debe lidiar con su locura y con los que tiene alrededor.
Elayne, Nynaeve y Aviendha: El trío que tiene el cuenco de los vientos tiene como gran problema lidiar con mujeres acostumbradas a ostentar el poder y con las que han pactado ciertas cosas. La primera se pone al mando, demostrando que puede ser líder cuando haga falta. La segunda queda un poco en segundo plano al pasar mas tiempo con Lan. Y la tercera nos da el contrapunto cultural con las otras dos, acostumbrándose poco a poco al estilo de vida de las que ella llama las Tierras Húmedas.
Egwene y las Aes Sedai de Salidar: Si los personajes anteriores mantienen ya una lucha de poderes importante, es Ewgene la que tiene que maniobrar y crecer todo lo deprisa que puede para convertirse en una auténtica Amyrlin. Para ello tendrá que hacer que las mujeres que la eligieron para ser su títere entiendan que el poder debe ostentarlo ella.
Perrin y Faile: Los recién casados no paran de discutir el uno que el otro, la mayor parte de las veces por los celos de Faile o porque Perrin no acaba de darse cuenta que su mujer necesita discutir como respirar. El primero sigue intentando hacer lo que debe hacerse sin asumir que es una pieza importantísima en el Entramado; la segunda apoya a su marido, aunque le repatea que él no se crea merecedor ostentar el liderazgo. A título personal tengo que decir que Faile me repatea la mayoría de las veces.
En la Torre Blanca: Elaida es otro de esos personajes cuya evolución no me esperaba. De ser una Aes Sedai fuerte y coherente (con sus cosas) acaba supedita a Alviain, que es sin ningún tipo de dudas una Negra. Parece mentira cómo cambian las cosas, la verdad. Aun así, sigue habiendo algún que otro foco de resistencia que hace las cosas mas interesantes.
Sevanna and Galina Casban: Las dos dirigentes de los Aiel Shaido tienen también sus propios problemas, el mayor de ellos es la manipulación que sufren por parte de los Renegados. Concretamente éstas dos son personalidades fuertes que quieren el poder a toda costa y que caminan por una fina línea con la locura a cada lado.
Opinión personal: Como he dicho ya un par de veces durante la reseña, éste libro peca de bajar un ritmo que nos llevaba lanzados hacia el final de la saga. Es eso un problema? No.
Y es que hay cosas que es mejor degustar lentamente, luchas de poder que requiere su tiempo armar, personajes que deben crecer y movimientos que deben ser realizados. Y todo eso lleva su tiempo y requiere un volumen de páginas y unas explicaciones que cualquier otro escritor hubiera pasado por alto.
Vale, sí, es cierto que a veces peca de recrearse excesivamente en cuestiones aparentemente superfluas, pero no es menos cierto que es ésta forma de narrar y de dar vueltas sobre los temas la que hace que la saga de la Rueda del Tiempo sea algo tan especial. Tejiendo lentamente una red de tramas, mentiras y suposiciones tal que a veces da sensación de vértigo.
Si los anteriores eran libros con un in crescendo increíble y con escenas espectaculares por doquier, éste (y alguno de los siguientes) son libros para reflexionar y posicionarse, en los que consolidar lo ganado puede ser tan importante como ganarlo.
Sigo recomendando encarecidamente la saga, eso sí, no creáis que es lectura fast-food. Se trata de algo que hay que leer con calma y sin prisas. Algo cuyo viaje vale, y mucho, la pena, pero que no es para todos los públicos.
Valoración personal: 9,6.
Valoración en Amazon: 5,57.
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