Ya está aquí otra nueva serie procedimental
para amenizar las tardes en los que uno no sabe muy qué hacer.
De qué va? Muy sencillo.
Un ex agente especial del
gobierno que está para el arrastre (vive de vagabundo) es reclutado por sus
aptitudes por un misterioso multimillonario. Un multimillonario que posee
información referente a personas que se verán involucradas en crímenes
violentos.
Cómo la obtiene? Le hizo una máquina
al país que filtraba todas la información digital (cámaras de seguridad, teléfonos,
mails…) y sacaba con ella posibles amenazas terroristas. La cosa está en que
también saca el número de la seguridad social de gente que está a punto de
verse involucrado en un asesinato, ya se como víctima o como culpable.
Así, el exagente y el millonario
(asquerosamente millonario) harán lo posible por evitar esos asesinatos.
Y eso mientras la policía
persigue al exagente, conocemos el pasado de los dos y vemos que hay más gente
operando en la sombra o relacionada con la máquina de marras.
La serie acostumbra a ser: número,
vigilancia, descubrir si víctima o asesino y luego evitar el crimen. Simple,
con las dosis medidas de acción y que funciona estupendamente gracias al
trabajo de éstos dos actores.
Además, con las subtramas de
temporada y el trabajo de dos agentes de policía, tenemos un poquito más de
chicha para que la cosa no se ponga sosa.
Vamos, que no estamos ante una
serie que vaya a revolucionar la televisión; pero que para un rato en el que
queramos algo de acción sin demasiadas complicaciones y con capítulos bien
montados (tanto de guión como de aspecto) estamos ante una serie más que
solvente.
Mirad un par, si os gustan, será
siempre más o menos lo mismo (con un gran final de temporada). En caso
contrario, a otra cosa.
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