Al fin, primer tomo de los seis
de Saint Seiya que llevo leídos que me gusta. Y es que dejamos atrás el bodrio
absoluto que venía siendo la serie y nos internamos en la famosa saga del
santuario, donde deben vencer a 12 caballero en 12 horas.
Siendo objetivos, la verdad es
que la trama está pilladísima por los pelos, pero la aparición de los
caballeros de oro y de una mínima línea argumental “coherente” para seguir dándose
de hostias se agradece.
Un manga completamente
prescindible y que debe sonrojarse con lo que hay hoy día en el mercado, pero
que al menos ahora sí que me proporciona ese efecto nostálgico por el que lo
empecé. No sé cuánto durará, pero espero que sea bastante.
1 comentario:
La suerte la tuvo el anime, que tenía un diseño de personajes bastante bueno para lo que fue el manga..
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