El séptimo tomo me gustó
mucho, y lo hizo porque se centraba en matar a algún protagonista, conociéndole
mejor primero y dando acción y gore inesperado.
Pues el segundo se centra
también en otro de los personajes principales: concretamente la chica que se
acerca enseñando cacho y luego corta la cabeza del pobre desgraciado con una
guadaña.
Pues da bastante de sí, la
verdad, porque la chica se encuentra con un grupo de dos chavales que no acaba
de fiarse de ella…
Flashbacks con un pasado duro,
un tono sexual más subido y alguna que otra muerte.
Me sigue gustando pese a no
aportar absolutamente nada, no sé, sabe engancharme y cuando lo acabo casi ni me
doy cuenta.
A ver el noveno, que la cosa
va por muy buena línea.
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