Hoy os traigo un manga nuevo
(para mí), y es que no podía ser acabar una serie y no tener otra para
sustituirla. Concretamente se trata de la obra del hermanísimo, ese buen hombre
que tiene que vivir con que su hermano creara Naruto y le comparen con él.
La historia nos lleva a un
mundo ficticio parecido al nuestro, donde una civilización se extinguió dejando
tras de sí unos artefactos de gran poder que sólo unos pocos pueden usar.
En éstas que se encuentran una
chica que busca información sobre los artefactos y un chaval con una fuerza
descomunal, y por cosas del destino empezarán la búsqueda de las bolas de… esto,
no. De los artefactos y la historia que hay detrás de ellos.
Una trama muy Dragon Ball
(hasta los fondos y los bichos me recuerdan más a Toriyama que al de Naruto),
con el aliciente de poder sacar artefactos poderosos a cual más raro (estilo
Rave) y con dos protagonistas con un pasado tortuoso.
Porque esa es otra, el prota
es un desgraciado que ha tenido que vivir toda la vida con una doble
personalidad (de la que no tiene conciencia). Se transforma en Satanás cuando
le cabrean o le dejan inconsciente, matando lo que encuentra.
Por el momento no es que sea
lo más original que he leído, más bien un híbrido bien llevado y que a poco que
mejore será de esos mangas que van bien de fondo de armario.
Divertida, ágil y sin
pretensiones. Me ha gustado.
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