El libro que hoy os traigo es la
segunda parte de la saga La Rosa del Profeta, de los prolíficos autores
Margaret Weis y Tracy Hickman. Después de éste ya sólo queda uno, así que, que
no aporta ésta segunda parte de la trilogía?
Historia: Desde el
comienzo de los tiempos, veinte dioses rigen el universo. Cada uno de ellos es
todopoderoso en su propio reino. Ahora, uno de esos dioses ha transtornado el
equilibro del poder y permite que los demás luchen para mantener el control de la
situación que, realmente es muy compleja. En la ciudad de Kich, el imán Feisal
intenta convertir a los nómadas capturados y encarcelados por las tropas del
emir. A partir de este suceso, el emir y el imán emprenden una cruenta guerra
santa. Por su parte, los inmortales Sond y Pukah, acompañados del ángel
femenino Asrial, se internan en la cueva acuática de Kaug...
En el primer libro se nos presentaba
un mundo regido por veinte dioses, en el que uno de ellos quería convertirse en
el único, haciendo desaparecer a los demás a base de convertir/matar a todos
sus fieles.
A la vez, seguíamos la vida de
una pareja de recién casados a los que su Dios había ordenado permanecer
juntos, la de un mago joven que las pasaba putas y las de los inmortales al
servicio de los distintos Dioses.
Las cosas se habían desmadrado:
los fieles protagonistas estaban derrotados y sometidos por los ejércitos de
Quar (el que quiere quedarse sólo), pero el trío protagonista había conseguido
escapar.
La trama nos lleva a acompañar a
éstos tres que consiguieron escapar en un viaje contra su voluntad pero que les
llevará a descubrir qué pasó con los dos Dioses que han desaparecido, además de
a conocerse un poco más a sí mismos.
Por otro lado tenemos a los
inmortales desaparecidos, de los que sabremos el destino.
Sinceramente, pasar, lo que se
dice pasar, pasa poco. No sé, esperaba que la trama evolucionara un poco más,
porque la del primer libro me gustó y creía que iba a crecer un poco. Pero no,
los protagonistas se limitan a dar tumbos hacia un destino que no conocen (pero
que al menos está bien), en una cantidad de páginas de relleno bastante
importantes. Mientras que la parte que más interesante había quedado (el tema
de los inmortales) se resuelve un poco de aquella manera, con una buena idea,
pero con muchas menos páginas de las necesarias.
No está mal, pero es un libro
sobredimensionado, que para lo que avanza la trama tiene un gran exceso de
páginas.
Personajes: Hay bastantes, los suficientes como
para dar la sensación de que no están los protagonistas solos en el mundo
(defecto presente en otras novelas de los autores). Los principales son los
siguientes:
Khardan: Después de huir inconsciente de la batalla, Khardan casi
no tiene ningún papel hasta las cien páginas finales, bueno, ser arrastrado de
un lado a otro y ponerse rebelde.
Zohra: Incluso tiene menos papel que Khardan, y eso que aparece en
muchas páginas. Una lástima a lo que ha quedado relegada ésta aguerrida mujer.
Mateo: Probablemente el único al que le pasan cosas, pero tiene
tantas dudas existenciales y le da tantas vueltas a las cosas que llega a
hacerse un poco cansino.
Dioses: Otros que salen algo menos, aunque se nos presenta a alguno
más. Bien definidos e interesantes.
Djinn: Tienen trama propia, al menos dos de ellos, que el tercero
desaparece al empezar la novela… es una trama divertida, con un toque de
gamberrismo que los autores saben dar muy bien a alguno de sus personajes en
todas sus novelas. Uno de los mejores trozos del libro, lástima que sea tan
corto.
Seguidores de Zakhrin: Nuevo Dios que aparece y sus seguidores
ganan protagonismo (ahora sabemos quién era uno de los personajes
importantes de la primera novela). Me
parece que estos adoradores del maligno son gente bastante interesante,
sobretodo el hombre que escolta al trío protagonista. No dudan en matar a quien
haga falta, pero no carecen de amor para con los suyos.
Del lado de Quar: Otra parte del libro que apenas sale, y es
básicamente la de los enemigos y sus evoluciones. Una pena, porque lo poco que
sale da bastantes datos y se hace interesante.
Opinión personal: El Paladín de la Noche es un libro que basa
gran parte de su interés en los nuevos personajes y el punto más oscuro que
aportan a la narración. Son gente más profunda y con más matices que los
conocidos.
Además, la aparición de nuevos Dioses y el resolver el tema de los Djinn
añaden más chicha al libro.
Desgraciadamente, el trozo más grande de la novela recae sobre unos
personajes que se pasan casi todo el rato inconscientes, y el único que parece
poder hacer algo se auto compadece tanto rato que se hace muy cansino.
Y es esa parte más extensa la que hace perder enteros al conjunto.
Si eso no fuera suficiente, la trama tiene velocidades demasiado
variables, yendo excesivamente lenta al empezar y pegándose un Sprint demasiado
rápido al final (fallo común en las novelas de Weis y Hickman).
El mundo mola, el problema principal también, los personajes (la mayoría)
son creíbles y bien definidos, y la ambientación es distinta a la habitual,
pero el ritmo desigual y el alargar demasiado un trozo para reducir el
siguiente le pesan demasiado a una novela que no deja de ser entretenida en
todo momento.
Creo que les encargaron una trilogía para algo que con un par de libros
ya estaba finiquitado, pero ya veremos lo que opino al leer el siguiente libro
(del que espero bastante más que de éste, la verdad).
Así que por el momento no puedo recomendaros la lectura de ésta minisaga.
Cosa que queda pendiente para cuando la haya leído completa.
Valoración personal: 7,1.
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