Y ya estoy aquí otra vez con una
película de Harry Potter, pero no os preocupéis, que es la sexta ya, así que un
par más y se acabó.
La vuelta al colegio es más
peligrosa que nunca, y es que Voldemort ya se ha mostrado abiertamente al
mundo, y con él han vuelto todos los magos que le siguieron en el pasado.
Un curso que en Hogwarts se hace
extraño, sobretodo debido a dicha inestabilidad tanto en el mundo mágico como
en el normal, una inestabilidad contra la que los muros de la escuela parecen
ser un bastión, gracias a su director.
Pero los “malos” parece que
tienen un plan para entrar en la escuela…
Por si fuera poco, Harry
encuentra un libro de pociones a nombre de un misterioso Príncipe Mestizo, con
el que intenta ganarse la confianza del nuevo profesor de pociones, un hombre
que parece que sabe algo del secreto del poder de Voldemort, y cómo destruirlo.
Se trata de una película otro
punto más oscura, en la que se agradece ver que la situación es desesperada,
pero que peca de ser la antesala de lo que vendrá, perdiendo parte de su propia
identidad.
Y digo esto porque menos los últimos
quince minutos se me antoja una película bastante irrelevante para la saga;
pequeñas tramas entretenidas, pero que esperaba más a éstas alturas, la verdad.
Eso sí, el final muy bueno.
Si desde el punto de vista
argumental esperaba un poco más, desde el técnico la cosa es inmejorable, entre
que aprovechan la calidad del Bluray (al fin, es la primera de la saga que lo hace) y que los efectos son grandes y
espectaculares, creo que vale la pena verla en una pantalla lo más grande
mejor.
Pese a que estoy un poco
decepcionado, ésta Harry Potter y el Príncipe Mestizo no es una mala película;
simplemente ha dejado de ir a más, rompiendo la tónica de más y mejor que
llevaba la saga.
Valoración Personal: 7,5.
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