Ete aquí la cuarta temporada
de Fringe, esa serie de ciencia ficción que poco a poco se ha hecho un hueco
entre las que más disfruto viendo actualmente.
Una cuarta temporada que sigue
(lógicamente) donde lo dejó la anterior, con los dos universos curándose y
Peter desaparecido.
Pero no todo iba a ser tan
fácil, y poco a poco Peter se filtra de nuevo en el Universo, recordando todo
lo que pasó pero sin que los demás le recuerden a él. Así, varias de las cosas
que hizo en el pasado no han sido hechas, lo que repercute en la línea temporal
y en qué “malos” están vivos o muertos.
Por si fuera poco, Olivia no
le recuerda, con lo que su relación es una vuelta a empezar.
Eso sí, una vez consigue
volver parece que el Universo vuelve a amoldarse, cambiando nuevos elementos y
devolviendo poco a poco recuerdos de lo que pasó a los demás.
Una temporada que gira primero
en torno a la vuelta de Peter y luego en torno a la posible destrucción de los
dos Universos, con buenos guiones, interpretaciones a la altura y un conjunto
bien armado y entretenido.
No sé si es la temporada que
más me ha gustado, pero el caso es que me ha gustado mucho, tanto por lo que
pasa como por cómo pasa. Una muy buena serie de ciencia ficción que no
deberíais dejar de ver y que (creo) acabará con la quinta.
La esperaré con ansias, porque
ésta me ha satisfecho completamente.
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