Otra serie a la que llego más
por casualidad que por otra cosa, precisamente ha sido por leer que se parece
al mentalista y por conocer a algunos de los actores que aparecen en la misma.
White Collar (o Ladrón de
Guante Blanco, en España) nos cuenta la historia de un ladrón de arte y
falsificador que se escapa de la cárcel unos pocos meses antes de cumplir
condena. El motivo? Pues que su novia ha ido a decirle que le dejaba, y él
creía que había algo detrás.
Una vez fuera y sin ninguna
pista que le diga que el abandono no ha sido más que eso, vuelve a ser
capturado (por el mismo agente que le metió entre rejas de primeras). Desde ese
momento le propone un pacto al agente: le ayudará a detener a otros
delincuentes como él a cambio de estar en libertad vigilada y con un sistema de
gps para saber dónde está en todo momento.
Y ya tenemos la serie montada:
capítulo tras capítulo con casos autoconclusivos en los que veremos a los dos
(agente y ladrón) trabajar juntos para detener al malo de turno, pero teniendo
siempre de fondo la trama de la novia, que parece que al final sí que había
algo más.
Una serie que no pasaría de
ser del montón si no fuera por lo estupendamente bien que lo hacen los actores,
desde los dos principales hasta los secundarios recurrentes (como la mujer del
detective o el amigo del ladrón).
Va de menos a más, metiéndote
más y más en las vidas de éste dúo y en sus casos; y sobretodo en una trama de
fondo que no se abandona en ningún capítulo y que le da a la serie un plus de
calidad.
Así pues, estamos ante una
serie que como el Mentalista resuelve casos con la ayuda de alguien carismático
y poco convencional; pero que se aleja de la otra serie tanto por el desarrollo
(pocos muertos) como por permanecer más fiel a la trama general.
Me ha gustado mucho. Vamos,
que os la recomiendo, al menos ésta primera temporada (espero que no se vuelva
repetitiva con el tiempo).
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