Y otra peli para la saca,
parece que últimamente estamos cogiendo la costumbre de ver una o dos películas
cada semana (costumbre la mar de sana y que me encanta, por cierto).
Ésta vez le ha tocado a otra
peli en la que sale Jonathan Rhys Meyer (el de los Tudor), concretamente una
tal August Rush.
Aclaro antes que nada que no
sabía casi nada de la película antes de ponerme a verla, lo que ha jugado
bastante en su favor.
Estamos ante la historia de un
chaval que lleva desde que nació en un orfanato, y que tiene la firme
convicción de que sus padres no le abandonaron queriendo, y que si es capaz de
encontrarles todo le irá bien. La peculiaridad del chaval está en que parece oír
la música de cuanto le rodea, y quiere usarla como instrumento para llegar
antes a sus padres.
Así, veremos por un lado al
chaval en sus esfuerzos por hacerse oír, huyendo del orfanato y demostrando que
es un auténtico genio en lo que a música se refiere. Y de otro lado está la
historia de los padres, que se nos cuenta tanto mediante flashbacks del pasado
como con cómo están sus vidas en la actualidad.
Una auténtica delicia de
película, que cuenta con una genial banda sonora (muy buena, de verdad), excelentes interpretaciones, buena fotografía y el componente
emotivo justo para llegar sin hacerse empalagosa.
Un descubrimiento que me ha
gustado muchísimo y que os recomiendo a todos.
Valoración Personal: 9,1.
1 comentario:
Pues aquí la tienes, un gustazo de película.
De verdad que ha sido una auténtica sorpresa.
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