Casi un mes ha pasado éste
tomo en mi pila de lecturas sin que le hiciera caso, y no porque no me guste
Berserk, sino porque me da miedo pensar cuando podré disfrutar del siguiente
tomo.
Manías propias aparte, el tomo
sigue con la trama en la que los protagonistas iban hacia el país de las hadas,
pero para su desgracia se encuentra varados en una isla llena de monstruos y
con un ser enorme.
Creo que no me equivoco si
digo que toda ésta saga está siendo bastante más light de lo habitual, sobre
todo en lo que a compañeros se refiere. Sí, hay bastantes momentos que dan
grima, y está sirviendo para encontrar un método de controlar la armadura de
Guts; pero ese rollito cachondo que tienen los demás (aunque les ataquen
monstruos horribles) no acaba de convencerme.
Está bien que aderece la
acción y los momentos oscuros con coñas, pero me parece que en éste hay alguna
que otra que está de más.
Por lo demás, un manga
imprescindible, aunque sólo sea por lo bien que ha llegado a dibujar éste
hombre, y más partiendo de donde partía…
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