Semana más, película nueva. En
ésta ocasión se trata de la recién galardonada en los Emy Behind the Candelabra,
una película que vimos antes de que el dieran el premio y que creo es bastante
merecido.
La cinta nos lleva a finales
de los años setenta, donde un joven casi de pueblo conoce a una estrella de la música,
de esas que acaban tocando en las Vegas por un pastizal y que llevan muchos
años en lo más alto de su género.
Enseguida saltan chispas entre
ambos, con lo que se inicia una relación.
La gracia de la película,
además de la relación entre ambos, está en ver lo que rodea a una estrella de
la música, el atractivo que puede tener para los demás y los excesos que se
cometen casi sin darte cuenta por estar en su círculo y, simplemente, poder
hacerlos.
Se trata de cerca de dos horas
de metraje muy bien realizado, con unos entornos que destacan la opulencia en
la que vivían éste tipo de ídolos, con un casting muy acertado (Michael Douglas
está fantástico) y un guion inteligente y bien llevado.
No se trata de una obra
maestra, pero sí de una más que digna película biográfica en la que todos los
apartados de la misma están a gran nivel, y al juntarlos queda una obra
excelente y muy recomendable a poco que te gusten éste tipo de películas.
Me ha gustado, y mucho.
Valoración Personal: 8,5.
PD: Interesantes son también los paralelismos que se pueden establecer con otras estrellas de la época, como el caso de Freddy Mercury.
1 comentario:
Papelón de Michael Douglas.
Si no tenéis reparos en ver una película con temática homosexual (que tampoco es nada explícita), le tenéis que dar una oportunidad, ya que está muy lograda, la historia y ambientación.
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