La primera temporada de ésta
serie la empezamos casi por accidente, por buscar una serie de humor al estilo
Friends mientras no llegaban nuevos capítulos de las sospechosas habituales.
Y aunque no dejó de ser una
temporada divertida, daba la sensación de ser más un piloto muy largo que otra
cosa, buscando su espacio y probando cosas. De esas series que incluso daba la
sensación de estar desordenada.
Ahora, con una segunda
temporada considerablemente más larga (veinte capítulos) y unos personajes ya
ubicados, puedo decir que la serie pega un subidón bastante importante.
Para que os hagáis una idea, viene
a ser la típica sitcom de grupo de amigos, pero bastante pasada de vueltas en
cuanto a su humor, pero sin caer en ningún momento en lo zafio o lo
desagradable.
Las personalidades de los seis
protagonistas están muy definidas (y los actores están genial), así como los roles dentro del grupo. Y los
argumentos de cada capítulo son una simple excusa para verlos en situaciones de
lo más absurdas (como por ejemplo el capítulo en el que Max hiberna,
simplemente épico).
Si sigue por éste camino en la
tercera temporada, se consagrará como una de mis series de humor favoritas,
junto a Modern Family y Big Bang Theory, un escalón por encima de la
excesivamente larga Como conocí a vuestra madre.
Así que ya lo sabéis, si
habéis visto ya las tres más famosas, dadle una oportunidad a ésta, y no
decidáis hasta empezar con la segunda temporada. Estoy seguro que os reiréis.
Mucho.
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