La serie que hoy os traigo se
ha ganado un hueco entre mis favoritas con sus tres primeras temporadas
(pendiente tengo la cuarta). Se trata de White Collar, traducida en España como
Ladrón de Guante Blanco.
Para los despistados
recordaros que la serie trata sobre un exladrón al que le conmutan la pena por
ayudar al FBI, momento desde el cual trabaja como asesor al más puro estilo
mentalista.
En ésta cuarta temporada la
chica de fondo recae sobre el tesoro nazi que Neal recuperó al final de la
temporada anterior. Un tesoro de inmenso valor que su buen amigo robó y por el
que el agente que le vigila le seguirá más de cerca, ya que sospecha que lo
tiene él.
Así, durante los 16 capítulos
de la temporada veremos si Neal se ha reformado y quiere seguir en el FBI o
prefiere vender el tesoro y largarse a una isla desierta. Si a eso le sumamos
que tiene una nueva relación y el buen background que se ha creado en la serie,
tenemos como resultado una muy buena temporada, que sigue al mismo nivel que la
segunda y que introduce suficientes cambios como para resultar atractiva.
Porque no nos engañemos,
además del carisma del protagonista y los buenos secundarios, el mayor punto
fuerte de la serie recae en mantener ese hilo argumental que empieza y acaba en
cada temporada, huyendo de estancamientos propios en series de éste estilo. Y
no sólo mantiene esa trama, sino que se hace presente en el 90% de los
capítulos, aunque tengan su propio desarrollo (empiecen y acaben).
Me encanta. Creo que es de
esas series que se dejan ver sin estar demasiado atento, con buenos personajes,
buena química entre ellos y cuyos guionistas tienen claros hacia donde van y
qué pueden hacer.
White Collar mola, no lo
dudéis y dadle una oportunidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario