Pero hay que ver qué buena que
llega a ser ésta serie, y es que no en vano su primera temporada fue una de las
sensaciones de su temporada.
La duda estaba en si la
segunda temporada de Homeland conseguiría estar a la altura, sobretodo porque
la primera giraba en torno a la culpabilidad o no del protagonista, y una vez
resuelto el tema, había curiosidad por ver por donde tiraban y si tendría el
mismo nivel que lo ya visto.
Y vaya si lo tiene.
Ésta segunda temporada
consagra a Homeland como una serie imprescindible a poco que te guste el tema
del espionaje y el terrorismo, pero no vive sólo de eso, aquí las relaciones
personales dan un paso adelante, y la complejidad de todo sube un grado (no os
preocupéis, sigue siendo igual de fácil de seguir).
Un argumento redondo que nos
llevará en una montaña rusa de emociones durante los doce capítulos, en los que
una nueva amenaza se cierne sobre Estados Unidos, y las sospechas recaen sobre el
de siempre.
Grande la actuación de él,
pero enorme la de ella, con un punto desquiciado que le va al personaje como
anillo al dedo.
Creo que a poco que os gusten
las series podréis disfrutar de ésta segunda temporada (y menudo final, lo que
nos espera en el futuro). Se reinventa sin dejar de lado las señas de
identidad, gran producción, guion trabajado, buenos actores, sentimientos a
flor de piel, y muchos momentos álgidos durante la temporada (casi a uno por
capítulo).
De mis favoritas, de verdad.
PD: He evitado decir nada de la trama de ésta segunda temporada,
más que nada porque el más mínimo dato sería un spoiler de la primera, y creo
que hay que verla sí o sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario