Ésta reseña la hice originalmente para la iniciativa Intercamblogs, con lo que es posible que la hayáis leído ya en otro sitio. Pero bueno, nunca es tarde para publicarla en el mío!
Historia: De arranque
sencillo, Battle Royale nos traslada a un mundo parecido al nuestro, donde el gobierno
de Japón organiza cada año unos juegos muy especiales.
En ellos, una clase cualquier es
elegida y llevada a una zona acotada. En ella, los alumnos tendrán que matarse
entre sí hasta que sólo quede uno, quien será nombrado ganador y sacado de la
zona.
Para asegurarse la cooperación de
los alumnos, les ponen un collar que hará explosión si en veinticuatro horas no
hay ningún muerto. Así pues, o matas o te matan.
En dicho escenario, tendremos a
una serie de chavales de secundaria que adoptarán distintas actitudes ante el
programa (nombre que recibe la escabechina), siendo la gracia del manga el ver
cómo reaccionan a éste ponerte contra la pared las distintas personalidades de
cada uno.
Como he dicho es algo sencillo,
que da sus mejores momentos cuando pone contra las cuerdas a los distintos chavales.
Siendo los puntos fuertes de la historia las tramas personales de cada uno y
sus intentos por sobrevivir.
Personajes: Son muchos los
personajes que salen, todos con sus traumas o sus motivos para participar (o
negarse a ello). Pero los principales son los siguientes:
Shuya: El chico protagonista. Desde siempre ha sido una especie de rebelde,
un intento de estrella de rock que aglutina a sus amigos y que inspira
confianza en los que le rodean. Criado en un orfanato, su objetivo personal es
que una amiga no sufra daños durante el programa. Es alguien muy optimista y
confiado, al que le cuesta enfrentarse a la realidad que le rodea.
Noriko: La chica protagonista y aquella a la que Shuya quiere proteger.
Si no estuviera enamorada de él no tendría gracia, así que ya sabéis. De
entrada se nos muestra como alguien vulnerable y a quien proteger, pero a lo
largo del manga se nos muestra que no carece de carácter.
Kawada: Un estudiante mayor y de intercambio que se une enseguida
al grupo formado por los dos personajes anteriores. Enseguida se descubre que
fue el ganador en una edición anterior del programa, y se gana la confianza de
los dos personajes anteriores diciéndoles que conoce una forma de huir.
Kiriyama: El malo por antonomasia, aquél que desde el primer
momento empieza a matar a sus compañeros de clase. Un chaval que no muestra
emociones en ningún momento y que tiene aptitudes como para ser un superhombre,
una especie de soldado universal sin remordimientos y capaz de proezas físicas
que ni un gimnasta olímpico.
Mitsuko: Se nos presenta como una chica mala que usa el sexo para
ganarse la confianza de los hombres, una cualidad que le vendrá muy bien para
acercarse a ellos y matarlos. Es de los personajes con más traumas de los que
salen, lo que la hace bastante atractiva de seguir.
Otros: Aquí irían los mejores amigos de Shuya, desde el deportista
de élite que sabe informática del copón hasta el espectacular experto en artes
marciales. Ambos con bastante protagonismo durante el manga y con algunas de
las mejores escenas del mismo (sobretodo el experto en artes marciales).
Dibujo: El dibujo de
Battle Royale no pasa de resultón.
Los personajes se distinguen
perfectamente entre ellos, lo que es un punto a favor, y en muchas de las
viñetas el nivel es lo suficientemente bueno como para que entre por los ojos.
Si a eso le unimos una buena resolución de los combates y un nivel de gore y
sexo que no nos esconde nada (manga para mayores de 18 años), tenemos a priori
un apartado que casa mucho con lo que quiere mostrarnos.
Pero tiene bastantes fallos,
sobretodo hay trozos del manga donde los cuerpos no guardan las proporciones
que deberían, o donde el nivel del dibujo (o los diseños de algunos
secundarios) no está a la altura del resto de la obra.
Vamos, que pese a estar
generalmente bastante bien, petardea ligeramente a la que te lo miras un poco
más. De notable bajo.
Opinión personal: Avisar
primero que se trata de una obra para mayores de dieciocho años, sobre todo por
el alto nivel de violencia que hay en la mayoría (o en todos) los tomos.
El autor no se corta en mostrar
mutilaciones, vísceras u otras lindezas. Y no debe cortarse, porque es algo que
le da al manga la crudeza que la situación requiere.
Es una historia simple, que hemos
visto ya multitud de veces en varios medios (los Juegos del Hambre, por
ejemplo) y se distancia un poco de las demás propuestas precisamente por éste
nivel de gore y de no esconder nada.
Pero quince tomos son muchos para
un manga que va simplemente de eso, de chavales matándose entre sí para ser los
supervivientes que consigan escapar. Una longitud que le pesa, teniendo tramos
mucho más lentos y que bajan el ritmo de una obra que sabe ser frenética cuando
se lo propone.
Y esto nos da un conjunto un
tanto irregular, con ideas muy buenas, pero que se van de madre (entre flipadas
varias y dudas existenciales) yendo de más a menos, con algunos tomos del final
en los que se recrea demasiado en los pensamientos del protagonista, que le da
demasiadas vueltas a todo lo que le pasa.
Por todo ello nos es una obra a
recomendar a pies juntillas. Funciona como entretenimiento sangriento para
adultos, intenta ser algo más pero no lo consigue, lo que le hace ser más flojo
que si se hubiera centrado sólo en entretener.
Lástima, porque el planteamiento
funciona, pero ni el protagonista ni el autor saben estar a la altura durante
los quince tomos. Igual con diez hubiera estado mejor.
1 comentario:
Se me hizo demasiado larga... Los últimos tomos me dedicaba a pasar las páginas sin ninguna gana, casi ni leí lo que decían en los dialogos. Estoy de acuerdo en que con menos tomos quizás hubiera resultado algo mejor.
Publicar un comentario