Hoy toca volver a un clásico
que tenía aburrido en la estantería por pereza a seguir leyéndolo, y eso que,
debo confesar, de pequeño me encantaba e incluso tengo todos los caballeros de
oro y de bronce (principales) en juguete…
Vayamos al tomo en sí, que
continúa con la saga más recordada por los aficionados de la época: la de los
caballeros de oro, en la que Seiya y compañía deben avanzar casa a casa
enfrentándose a los caballeros del zodíaco en una carrera contrarreloj por salvar
a Atenea.
Combate tras combate y escena
de superación tras escena de superación el tomo transcurre haciendo una
cantidad de trampas argumentales y de recuperaciones/resurrecciones tan grande
que es de vergüenza ajena la cantidad de Deus Ex Maquina que hacía el autor por
esa época. Eso lo hacen a día de hoy y el manga dura dos capítulos.
Eso sí, entre unas cosas y
otras debo reconocer que me lo he pasado bien con el tomo, que es muy superior
a esos truños que fueron los primeros. Así sí que vale la pena comprar una
serie por la nostalgia.
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