Con el tomo que os traigo hoy,
ya sólo me quedan otros tres para acabar con 666 Satan, ese manga que de
entrada parecía que sería de aventuras al más puro estilo Dragon Ball y ha ido
derivando sin prisa pero sin pausa en algo bastante menos interesante.
El tomo que nos ocupa hoy
sirve para hacer balance del asalto a la capital de Stea, identificar enemigos,
recuperar viejas amistades, reunir al grupo… vamos, lo que viene siendo un tomo
de transición en toda regla.
Y lo curioso del caso es que
éste manga me gusta más cuando el tomo es secundario y se dedican a las
paridillas (bueno, la vuelta de Ruby no sería una parida, pero el resto
bastante) y dejan de lado los combates.
Un tomo marcado por la ya
citada reaparición (poco emotiva, la verdad) y el prepararse para la traca
final que debe estar al caer.
Resultón, se deja leer y
entretiene, pero no vale la pena recomendarlo, hay cosas bastante mejores.
Por cierto, el cambio físico a putón berbenero de la protagonista tiene tela...
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