Dos tomos en dos días. Sí,
cuando me da por algo me da fuerte, y ahora toca redescubrir Hajime no Ippo,
que hacía unos años que no la empezaba desde el principio (aunque la llevo al día).
Eso sí, no os preocupéis que
intentaré que no se convierta la sección en un monólogo de éste manga, que en
la variedad está el gusto!
En éste segundo tomos tenemos
ya el nacimiento definitivo de la rivalidad entre Ippo y Miyata, una rivalidad
que es casi yaoi por la devoción evidente que siente el protagonista por su
rival.
Y tenemos también lo que será
una constante en el manga: un rival, un entrenamiento desfasado y el entrenador
dando caña a Ippo.
Por si fuera poco conocemos
alguna cosa del animal que es Takamura (al que vemos luchar) y aparecen Mashiba
y Aoki.
No recordaba que pasaran
tantas cosas tan pronto, y posiblemente ese sea uno de los motivos que me
engancharon a éste manga: buen ritmo, humor y una acción muy seguible que
destila amor por el boxeo por los cuatro costados.
Vale mucho la pena leérselo,
de verdad.
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