Hoy os traigo la cuarta
temporada de una de las reinas de la comedia: Modern Family.
Lo mejor de la temporada viene
con los cambios que experimenta la familia al inicio de todo, con el futuro
nacimiento de un nuevo miembro de la familia y con la marcha de otro a la
universidad.
Dos cambios que podrían haber
dado mucho juego, pero que sólo se aprovechan al inicio de temporada, y que
luego quedan algo olvidados para seguir con capítulos del estilo de siempre.
La temporada funciona
perfectamente, las relaciones de la familia y las interioridades de cada una de
las casas están ya más que testeadas, y sólo hace falta una excusa menor para
empujarles a un nuevo capítulo satisfactoria.
Dicho de otra forma, hay
bastante conformismo en la serie. Ese seguir haciendo lo mismo (lo que, de otro
lado, han hecho todas las sitcoms de la historia) y del otro desaprovechar los
dos elementos que menciono antes para darle algo más novedoso.
Lo mejor? Que siguen siendo
ellos, y eso es lo único que le pido a éstas alturas (cuatro temporadas) a una
serie que me gusta.
De esas series que te
divierten y no te hacen pensar durante los veinte minutos que dura; y encima
hasta te ríes! Se puede pedir más? Igual sí, pero tampoco le hace falta.
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