Hoy os traigo una película
algo atípica, de esas que de entrada no hubiera visto nunca, pero entre que
intento no hacerle ascos a nada y que venía recomendada por la gente de la
Órbita de Endor, no pude resistirme y acabó pasando por mi pantalla.
Estamos ante una película
coreana que nos presenta la siguiente situación: un hombre de negocios con una
familia (mujer e hija) es secuestrado y encerrado en una habitación durante
quince años. Un encierro que parece no venir a cuento y que hace que el buen
hombre piense única y exclusivamente en descubrir quién es su captor y vengarse
de él.
Una premisa interesante y cuyo
desarrollo es bastante previsible (con escenas de acción muy bien rodadas, eso
sí), pero que cuenta con un atractivo innegable en cuanto a lo que vemos en
todo momento en pantalla.
No sé si es la novedad por ser
mi primera peli coreana, pero me ha sorprendido gratamente el nivel de
producción conseguido, y es que sin grandes efectos especiales consiguen
meterte de lleno en una película llena de ritmo y con alguna que otra sorpresa
argumental.
No pienso contar más para
evitaros spoilers, simplemente decir que en más de una ocasión me dejó con el
culo torcido y que cuenta con un tramo final simplemente increíble (que puede
tirar para atrás a más de uno, avisados estáis).
Una película cruda, bien
hecha, que va de menos a más y que acaba por atraparte. Tiene sus fallos (es
excesiva en muchas ocasiones y parte del argumento te lo tienes que creer y ya)
pero resulta efectiva y recomendable para los que queráis ver qué otros cines
se hacen por el mundo.
Me ha gustado.
Valoración Personal: 8.
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