Sí, al fin (pasadísima de
tiempo) llega al blog la reseña de la ultimísima temporada de Breaking Bad, la
segunda mitad de la quinta y la que cierra la trama de Walter White y su pasión
por vender meta.
Los que no sepáis de qué va
Breaking Bad merecéis ya una muerte lenta y dolorosa, porque estáis ante una de
las mayores series de culto de las últimas décadas, que cuenta con un guion e
interpretaciones increíbles.
Dicho lo cual paso a la última
temporada, esa en la que las cosas ya van cuesta abajo y sin frenos, con
personajes pagando todos los excesos que han cometido hasta el momento, tanto
en su vida personal como en el mundo de las drogas.
Esa caída a los infiernos
encarnada en la transformación ya total del personaje protagonista se lleva a
cabo con una maestría excepcional, encabezada por Bryan Cranston y seguida por
Aaron Paul.
Son pocos capítulos, pero
todos de una factura altísima y con momentazos que pasan a engrosar las escenas
míticas de la televisión, llevando las series a un nivel que pocas producciones
audiovisuales han alcanzado, y demostrando que las series ya no son el hermano
pobre del cine (una tendencia que se va invirtiendo gracias al cambio de
hábitos de consumo de la gente).
Todos los personajes tienen un
final, ya sea que su vida sigue, la muerte, o alguna otra sorpresa distinta;
pero todos dejan que se sienta en ellos lo que ha pasado y cómo han llegado a
la situación con la que acaba todo. Un final a la altura de las circunstancias
y que se prolonga durante unos pocos capítulos; sinceramente creo que a pocos
defraudará.
Así que sí, el tramo final de
Breaking Bad está a la altura (incluso supera en ocasiones) a una serie de
culto, con momentos épicos y otros difíciles de ver (esa escena de la mosca)
que de todos modos pasa a ser parte del imaginario colectivo de la sociedad
occidental. Puede que tenga un arranque algo árido, pero creo que es de esas
series que hay que ver enteras, y que en su conjunto es como la podréis
apreciar mejor.
A verla toca, no podéis decir
que sois unos seriefilos si no habéis visto Breaking Bad.
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