Siguiendo con lo que ya
empieza a ser un clásico en casa, hoy os traigo uno de los juegos que han
estado como gratuitos del mes en el PSPlus, ese servicio que cada mes que pasa
me gusta más.
Hoy os traigo DMC, la única
entrega de la saga que no tengo en formato físico y que gracias a Sony he
podido jugar. Vayamos con él.
Historia: Encarnamos a Dante, un chaval (muy joven) totalmente
irreverente que vive su vida entre juergas, chicas y peleas varias.
Pero un buen día un demonio
acude a su puerta con la intención de matarlo, en ese momento su vida da un
giro hacia la lucha contra los demonios, ya que no permitirá que nadie le toque
las pelotas demasiado tiempo.
En ésta lucha contra los
demonios le acompañarán Virgil y una chica con poderes de Médium, dos conocidos
terroristas que en realidad están luchando desde la sombra contra el demonio
que, desde una megacorporación, domina el mundo.
Una trama sencilla, directa y
que toca bastante del pasado de Dante, un pasado que al empezar el juego no
recuerda y que se va mezclando con la trama en la lucha contra Mundus (el
demonio).
Curiosamente en esa sencillez
el juego se reencuentra en el aspecto narrativo, y es una trama del nivel de la
del primer Devil May Cry, la mejor hasta la fecha en la saga.
Apartado Técnico: Éste fue uno de los puntos más controvertidos en
el reboot de la franquicia, y no porque visualmente fuera a romper
excesivamente sino porque el apartado artístico sufría un lavado de cara
brutal, con un Dante mucho más emo de lo habitual, siguiendo tendencias como la
saga Crepúsculo.
Pues bien, por suerte ha
quedado todo en un simple diseño artístico, y si bien Dante es
considerablemente más joven sigue teniendo la misma mala leche de siempre.
Dejando a un lado el modelado
del protagonista (le prefería más maduro, pero todo llegará) tenemos un juego
que no es puntero a nivel visual, con multitud de zonas estrechas, alguna
habitación más amplia y de vez en cuando falsa sensación de amplitud.
Es un juego vistoso, con un
apartado artístico molón y con un toque de locura que le sienta muy bien, con
escenario que se doblan e incluso momentos en el infierno.
Los enemigos también están
bastante trabajados, así como el personaje, que se mueve a las mil maravillas.
El único problema que le veo
al juego en el apartado visual es que está un escalón o dos por detrás de los
punteros en su género en lo que a carga visual se refiere (God of War, por
ejemplo). Y ésta carga gráfica se nota en algunos errores como pixelado o
dientes de sierra que deberían estar ya superados.
En lo sonoro tenemos una banda
sonora machacona con un tema de mérito y unos efectos y diálogos resultones,
sin más.
Jugabilidad: Estamos ante un juego de avanzar dando golpes a
diestro y siniestro, con enemigos con patrones definidos y unos cuantos bosses
de final de fase, de esos que nos obligan a aprendernos lo que pueden hacer y suponen
un cambio en la mecánica de juego.
De entrada luchamos con dos
botones de ataque y uno de defensa para el cuerpo a cuerpo y otro para
disparar. Sencillo? En principio sí, con unos pocos combos a realizar.
Lo bueno viene a medida que
avanzamos, ganando armas que podemos cambiar en tiempo real y que se pueden
combinar entre sí y con sus combos para no parar de dar estopa de mil y una
forma distintas.
Ah, y luego podemos
convertirnos en demonio unos segundos, lo que nos da aún más opciones de
combate, lo que en conjunto nos da un juego profundo que nos permite encarar
los combates como buenamente queramos.
Y no es una variedad vacía,
como más molones sean nuestros combos más puntos nos darán y más experiencia
ganaremos, experiencia que podremos gastar en mejorar al personaje y sacar
mejor puntuación en cada misión.
Parándome en las puntuaciones,
es un juego que llevará decenas de horas a los coleccionistas, con muchas
dificultades y misiones secretas por desbloquear, y más si queremos obtener la
nota máxima en cada una de ella…
Como añadido interesante y
para variar un poco el ritmo entre combates hay fases plataformeras sencillitas
y en las que tendremos que usar algunas de nuestras habilidades de combate.
Un juego variado y muy chulo
en su primera partida, que volverá locos a los completistas pero que para los
que tengan suficiente con una sola vuelta a la trama apenas les durará unas 9
horas.
Lo mejor del juego.
Opinión Personal: El reboot de DMC que me daba más miedo que una
pedrada en la cabeza ha quedado mucho más que digno, de hecho creo que es el
mejor juego de la saga desde la primera entrega, ya que combina lo bueno de la
jugabilidad frenética y llena de posibilidades en combate con una trama a la
altura de las circunstancias, que se deja de tonterías y se centra en lo bueno
que tienen éstos personajes.
Lejos queda el aspecto del
protagonista, claramente inferior al original pero llamado a atraer a nuevo
público. Personalmente creo que se lo podrían haber ahorrado, pero podría ser
peor y se olvida cuando llevas un rato jugando.
Es de esos juegos que te
atrapa desde el primer momento en el que coges los mandos, diversión en estado
puro.
Del lado negativo tenemos una
duración algo limitada (solventable si no os da palo jugarlo una y otra vez en
distintas dificultades) y un apartado técnico algo por debajo de lo esperado.
Una primera piedra para un
nuevo Devil May Cry prometedor, sentando unas excelentes bases para entregas
futuras.
Vale la pena? Como siempre
según vuestros gustos, si sois como yo y os encantan los juegos de hostias sin
complicaciones (God of War, Bayonetta, Metal Gear Rising, DMC, Viking: Battle
of Asgard, etc…) seguro que os lo pasáis bien, y más por lo que vale a día de
hoy. Los que no disfrutéis con éste tipo de juego, éste no os hará cambiar de
opinión.
Valoración Personal: 8,2.
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