Debo confesar que me daba una
pereza tremenda leerme el tomo 57 de Bleach, tanto es así que se me ha
acumulado con el siguiente pese a lo espaciados que salen.
El caso es que ha sido un tomo
atípico a más no poder, pese a empezar con los combates habituales entre
morralla, con shinigami perdiendo y ¿muriendo? En el campo de batalla mientras
Ichigo queda encerrado en una cárcel de energía o algo similar.
Matanza, derrota… pero faltaba
por ver entrar en acción al comandante.
Y vaya si lo hace! Puro
espectáculo de destrucción el que nos proporciona el abuelete, con un poder
desatado que da las mejores escenas de acción de éste manga desde… ¿siempre? De
verdad que no te haces una idea de lo que éste buen hombre puede hacer hasta
que te lees éste tomo: genial.
Se me hace muy raro pensar que
Bleach ha tenido un tomo que me ha gustado, aunque sea a base de combate molón
y deje de lado la trama de forma escandalosa. Lo malo? La sensación de trampa
que tengo todo el rato durante el combate, creo que Kubo querrá darle una
vuelta de tuerca a todo el asunto que se cargará lo bueno que acaba de hacer.
Al tiempo.
Por el momento sólo puedo
congratularme de ver que Bleach puede seguir siendo divertido.
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