Hoy me toca traeros una serie
pequeñita, de esas que no pasarán a la historia y que se irán difuminando en mi
memoria poco a poco a medida que pasen los años. Toca hablar de Suburgatory,
concretamente de su tercera temporada.
Para empezar estamos ante una
temporada cortita, de 13 capítulos, lo que unido a que son de apenas veinte
minutos (algunos ni eso) no llega a hacerse tan pesada como en temporadas
anteriores. Si a esto le añadimos que la vimos sabiendo que se trataba de la
última temporada… pues como que gustó hasta más.
Para los que no sepáis de qué
va esto, Suburgatory nos enseña la vida de un padre y su hija que se mudan
desde Nueva York a un pequeño pueblo residencial de las afueras con el choque
cultural que eso supone. En principio estamos ante una serie bastante bizarra,
que lleva al extremo la cultura de las barbies y las mujeres florero para poco
a poco hacernos coger cariño a algunos de sus personajes.
En ésta última temporada
asistiremos al último curso preuniversidad de la protagonista, lo que unido a
la reciente ruptura del padre con su novia y a la adopción de la familia vecina…
pues como que tenemos suficientes elementos para montar algo decente (hay
algunos más, pero prefiero no spoilear).
En conjunto creo que estamos
ante la mejor temporada de Suburgatory, que ha funcionado mucho mejor con éste
formato más reducido. El humor de la serie sigue siendo bastante light, pero al
menos no he sentido la vergüenza ajena tan a menudo como la sentía antes.
Recomiendo ésta serie? No,
para nada. Es una curiosidad para aquellos que topen con ella sin querer más
que algo que se busque a consciencia, y más teniendo en cuanta lo flojísima que
es muchas de sus partes. Como he dicho al principio una serie olvidable pero
que al menos me ha entretenido un poquito.
2 comentarios:
Bastante olvidable, pese a tener una primera temporada muy curiosa, pero se desinfla muy rápido y la tercera temporada no la soporté.
Otro que se alegra de la cancelación.
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