Muy flojita ha sido la semana
en que he tenido que elegir una película como Brick Mansions, de esas películas
que hubieran pasado totalmente desapercibidas en el blog si no fuera por ésta
sección.
Estamos ante una película
francesa, que cuenta como principal y único atractivo el contar con el difunto
Paul Walker en uno de sus últimos papeles.
La cinta nos cuenta cómo en un
barrio de Detroit aparece una bomba gigante (con misil y todo) y cae en manos
del típico líder de pandilla mafiosa, un líder que amenaza con hacerla estallar
y llevarse por delante a millones de personas si no se atienden sus demandas
(económicas).
En éstas que un policía algo
cortito (interpretado por Paul Walker) y un practicante de parkour al que han
secuestrado a la novia tendrán que enfrentarse al mafioso y su banda para
salvar el día. Como no podía ser de otra forma, la bomba no es sino un señuelo
(lo sabemos desde el principio) puesto por el alcalde de la ciudad con tal de
llevarse por delante un barrio miserable y construir viviendas de lujo.
En general es una película
visualmente atractiva, con escenas de acción bien rodadas y piruetas bastante
vistosas. El problema viendo cuando intentamos meternos en un argumento que
hace aguas por tantos lados que parece más un colador que otra cosa, con
escenas sin sentido y un final absurdo a más no poder.
Una película mala pero bien
hecha que sólo podrán disfrutar los que se queden pillados con los saltos
urbanos de su coprotagonsita, pero tendrán que tener mucho estómago para
tragarse el resto.
Si de mi depende, no la veáis.
Valoración Personal: 4.
Valoración Metacritic: 40
2 comentarios:
Yo vi la versión francesa (que ésta remakea) y me pareció un mierdón de proporciones épicas.
Nada que añadir.
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