Ésta semana la película que se
estrenó hace un año es una tal 3 días para matar, una de esas películas por
cuyo título uno ya se espera una cinta de acción sin ningún tipo de sustancia,
pero se sorprende cuando se encuentra en ella a un actor como Kevin Costner.
La película nos narra unos
cuantos días en la vida de Costner: él es un asesino a sueldo que se encuentra
en París por un trabajo, trabajo que sale mal. Por si fuera poco el médico le
dice que le quedan pocos meses de vida, así que el buen hombre decide dejar su
trabajo e ir a intentar pasar los últimos meses de vida con su mujer e hija
(con las que ha pasado muy poco tiempo).
Pero una ventana se abre ante
él: una agente secreto le dice que si sigue sus órdenes y acaba con cierto
capo, le suministrará un medicamente experimental que podrá alargarle la vida
de forma ¿indefinida? Pudiendo así quedarse con su familia.
En general se trata de una
película del montón, con un guion cuyos giros acostumbran a tener poco sentido
y cuyas situaciones son de todo menos lógicas. Pero dentro de esa mediocridad
general la película consigue encontrar un punto de humor tonto (como torturar a
alguien depilándole o tener a un rehén a punto de matarle y preguntarle por una
salsa para pasta) que hace que al final consiga entretenerte.
Costner está correcto, como el
resto de actores, pero el material es tan del montón que no había forma de
hacer de ésta película algo memorable. Eso sí, si la encontráis un sábado por
la tarde (tiene una pinta de telefilme que tira de espaldas) puede que os
quedéis mirándola: no es una total pérdida de tiempo, y para apagar neuronas
durante un rato puede servir.
Valoración Personal: 5,5.
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