Lo dije la semana pasada, el primer libro del
Druida de Hierro me ha parecido la mar de entretenido y me fastidia sobremanera
que sea una saga cancelada en España. Pero bueno, eso no ha evitado que me haya
hecho con el segundo libro de la misma (leído en otros tres días) y pase a
comentarlo a continuación.
Historia: Atticus
O’Sullivan, el último de los druidas, no teme a las brujas y está a punto de
llegar a un pacto de no agresión con ellas. Pero de la noche a la mañana la
población de brujas de Tempe, Arizona, se cuadruplica y las nuevas chicas no
son malas, son malísimas, y están ligadas a una oscura historia de la segunda
guerra mundial.
Atticus tendrá unos cuantos problemas para organizar la caza de brujas: un ángel caído fastidiando a los alumnos de un instituto, una horda de bacantes que llegan desde Las Vegas con su clásica patina de decadencia mortífera, y una peligrosa diosa celta del fuego que reclama la atención del druida. Pero con la ayuda de su espada mágica, el lanzador de granadas del vecino, y el vampiro que tiene por abogado, pronto estará listo para barrer con ellas y demostrarles que han elegido al druida equivocado para hacer su maleficio.
Atticus tendrá unos cuantos problemas para organizar la caza de brujas: un ángel caído fastidiando a los alumnos de un instituto, una horda de bacantes que llegan desde Las Vegas con su clásica patina de decadencia mortífera, y una peligrosa diosa celta del fuego que reclama la atención del druida. Pero con la ayuda de su espada mágica, el lanzador de granadas del vecino, y el vampiro que tiene por abogado, pronto estará listo para barrer con ellas y demostrarles que han elegido al druida equivocado para hacer su maleficio.
Seguimos justo donde lo había
dejado su predecesora, y cuando digo justo quiero decir precisamente eso, con
el protagonista recuperándose como buenamente puede del combate contra el que
fue su Némesis durante más de un milenio.
En ésta segunda entrega de la
saga veremos cómo Atticus empieza a verse envuelto en la actividad sobrenatural
de la zona en la que reside, algo que ha evitado durante toda su vida y que
ahora se ve obligado a hacer. Dentro de dicha actividad tendremos un poco de
todo: un aquelarre de brujas alemanas, demonios sueltos del libro anterior,
seres del Dios Baco e incluso un rabino con poderes de la cábala.
Por suerte para él está
empezando a desarrollar ciertos lazos y a tener gente que puede ayudarle en las
situaciones más peliagudas, otro aquelarre de brujas, su abogado vampiro, una
manada de hombres lobo o su recién adquirida aprendiz.
Quitando la evidente e
inevitable acción (con tanto enemigo no podía ser de otra forma), en ésta
novela seguiremos conociendo la inmensa cantidad de elementos sobrenaturales
que pueblan el mundo del Druida de Hierro, además de avanzar un poco en la
trama de fondo (que implica a sus propios Dioses e incluso un futuro
enfrentamiento con Thor).
Para ser una novela de menos
de 300 páginas sorprende la de cosas que suceden (eso sí, de forma bastante
lineal) en un no parar ya sea de acción o de revelaciones para la trama con un
ritmo estupendo en el que en cada capítulo suceden cosas de cierta relevancia.
Fantasía urbana con tintes de
humor negro, directa y sin complicaciones.
Personajes: Me gusta cuando en
una saga van apareciendo personajes recurrentes y se nos presentan nuevos con
cada una de las entregas sucesivas, y aquí sucede precisamente eso. Los
principales vendrían a ser los siguientes:
Atticus: El último druida vivo está recibiendo una atención
inesperada tras acabar con dos de los dioses de su propio panteón, atención que
no quiere porque siempre ha sobrevivido gracias a pasar inadvertido.
Precisamente por dicha atención deberá enfrentarse a amenazas que antes hubiera
soslayado.
En ésta novela le
tenemos mucho más empujado por los acontecimientos que antes, elementos que no
hace que él intente disfrutar como pueda de cada momento.
Oberon/Granuaile/Viuda: Éste sería el trío de amigos principales del
protagonista, ya sea por una cosa u otra. Los tres tienen sus momentos en la
novela, aunque más bien permanecen en un segundo plano.
Oberón como el
amigo fiel que aporta momentos de
desahogo humorístico.
Granuaile como la
aprendiz aplicada que ayuda en lo que puede.
La viuda como la
mujer humana que sabe el secreto del protagonista y que incluso con ello le
trata como a un nieto favorito.
Morrigan/Brigid: Ninguna de las dos tiene un papel principal
en la novela, pero vienen a ser las dos dioses del panteón celta que se pelean
por el poder en el mismo y que ven en Atticus un posible elemento desestabilizador
del mismo. Ambas son seres temperamentales, el primero como Dios de la Muerte y
el segundo como Dios del Fuego (y la forja y otras cosas) dirigente del panteón
celta.
Ambas se encarnan
en forma de mujer, y ambas aparecen como temperamentales, egoístas y bastante
egocéntricas.
Brujas: Aquí deberíamos distinguir entre brujas aliadas (que
parecen ser buenas, aunque el prota no se fíe) y las malvadas (de esas que
fornican con demonios).
El primer grupo
contiene un par o tres de personajes interesantes, brujas con poderes que
parecen querer pinchar al protagonista (o son pinchadas por él) en un tira y
aflojo amistoso.
El segundo está más
desdibujado, y aunque son una amenaza presente y creíble durante toda la novela
no se nos presentan a título personal (como sí pasó en el libro anterior con el
antagonista).
Otros: Como he dicho en la introducción hay unos cuantos
personajes recurrentes, ya sean los empleados de Atticus en su tienda de
hierbas, la manada de hombres lobo o el vampiro abogado. Entre ellos están
algunos de los personajes más interesantes y que a futuro seguro tendrán
relevancia (se ve venir un libro con el vampiro y Atticus yendo a Asgard, por
ejemplo).
Opinión Personal: Siendo
objetivos con ésta segunda entrega del Druida de Hierro hay que decir que es
algo inferior a la primera, y que aunque tenga más acción, más enemigos y en
general más de todo, pierde ese enemigo poderoso y conocido que le daba carisma
al libro.
Pero como esto es
una opinión personal os diré que me lo he leído incluso más deprisa que el
anterior, devorando páginas a un ritmo endiablado gracias a una mezcla de buen
ritmo, acción, humor y buenos personajes. Con esos elementos puede que la trama
no esté tan bien cuidada, pero mientras se sostenga y tenga interés me da
bastante igual.
El personaje de
Atticus tiene suficientes matices como para atrapar a cualquiera que se acerque
a él. Alguien capaz de hacer frente a un aquelarre espada en mano, hablar con
su perro sobre Indiana Jones, hacerse pasar por un chaval colgado o simplemente
ir más caliente que el pico de una plancha tiene que ser un personaje atractivo
por fuerza.
Y si encima se le
rodea de suficientes personajes molones, con pasados no del todo claros y se
adereza con enemigos poderosos y muy buenas escenas de acción, nos da como
resultado un libro muy disfrutable.
Puede que no vaya a
ganar ningún premio a la calidad literaria, pero es evidente que la novela
engancha y resulta atractiva a poco que os vaya éste género que es la fantasía
urbana (ya sabéis, actualidad, seres sobrenaturales, etc…).
Yo no dejaré pasar
la oportunidad de leer en inglés los que faltan si puedo (y eso que mi inglés
no es de un nivel demasiado alto), y eso es algo que no me había planteado
hasta el momento con ninguna saga cancelada (véase las Crónicas de los
Caballeros Bastardos).
Lo recomiendo? No.
A no ser que sepáis algo de inglés, y es que deja con mono.
Valoración Personal: 8,5.
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