La serie que hoy os traigo es
una de esas que no sé muy bien por qué la empezamos a ver, pero el caso es que
tras una primera temporada resultona y una segunda mucho más potente, las
expectativas con la tercera estaban muy altas. Y ha cumplido.
Hoy os traigo Scandal.
De la serie esa donde una
abogada (o algo similar) se dedicaba junto a su equipo a resolver los trapos
sucios de los poderosos de Washington va quedando ya poco, dicho personaje se
ve involucrado a éstas alturas en tramas que implican desde el presidente de
Estados Unidos (con el que tiene una relación) hasta organizaciones secretas que
están más allá del gobierno.
Como si se tratara de un
thriller de los mejores, veremos cómo capítulo a capítulo varias tramas irán
convergiendo sobre los personajes, desde las primarias del partido del
presidente, las infidelidades, el pasado de algún personaje, las organizaciones
secretas, e incluso el culebrón (del que tiene mucho).
Hay que reconocerle a ésta
tercera temporada que ha conseguido rizar el rizo y salir airosa, con un ritmo
endiablado y una inmensa cantidad de personajes carismáticos (secretario de
estado, la mujer del presidente, la vicepresidenta, el fiscal, el marido del
secretario, el chiflado del equipo…), y son personajes con cierta evolución a
lo largo de los capítulos, alejándoles de estereotipos planos de otros
productos similares.
Son algo menos de veinte
capítulos que enganchan, con montones de cliffhangers que te dejan con ganas de
más y una factura visual a la altura de las mejores series de televisión.
Así que sí, es un producto
altamente recomendable.
Del lado negativo tengo que
poner la trama amorosa entre la protagonista y el presidente, que ya me está
cargando. Incluso diría que la actriz que menos me gusta es precisamente ella,
me parece forzada y sobreactuada por momentos.
Pero bueno, quitando éstos dos
puntos negativos menores tenemos una serie que arranca y ya no te suelta hasta
su final; así que vedla y decidme qué os ha parecido.
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