Últimamente tengo la sensación
de haber comprado la PS4 para jugar a indies, espero que vaya desapareciendo a
medida que la proporción juegazo/indie se decante por lo primero, pero el caso
es que el PSPlus y la falta de grandes juegos favorece que lo que más pasa por
mis manos sean juegos pequeñitos.
Y éste es el caso de
Transistor, un juego muy cuidad que os paso a comentar a continuación.
En general estamos ante una
trama cumplidora sin más una excusa para que sigamos explorando la gran ciudad
desolada que nos encontramos, una ciudad que está siendo atacada por unas
extrañas criaturas comandadas por ciertos humanos que parecen estar también
detrás de la muerte que vemos al empezar a jugar.
Parece más rebuscado de lo que
en realidad es: una trama sencilla, directa y con algún punto emotivo que no
sorprende y no acaba de convencer en lo que a la construcción de la
protagonista y el antagonista se refiere.
Apartado Técnico: El juego se muestra con la clásica vista
isométrica, en escenarios no muy grandes pero sí muy cuidados. Es un juego
bonito de ver, pero más por decisiones artísticas que técnicas.
La elección de colores, el
diseño de personajes y enemigos, los escenarios… todo es muy resultón y hace
que sea fácil seguir adelante, pero nada de ello nos muestra algo que no
hayamos visto ya en consolas inferiores (me da que hasta una PS2 podría mover
éste juego, para que me entendáis).
Lo que sí tiene un nivel
altísimo es la banda sonora, una auténtica delicia que nos transporta a la
peculiar ciudad donde tiene lugar el juego y nos evoca una serie de
sentimientos que el resto de elementos jugables no consiguen transmitir. Muy,
pero que muy buena.
Jugabilidad: El juego es un RPG de acción, un juego con un sistema
de combate muy profundo que se basa en la combinación de distintas habilidades
para hacer efectos de lo más variados.
En todo momento tenemos una
serie de puntos a gastar en habilidades, costando más las más potentes;
habilidades que se pueden equipar tanto como pasivas, como principales o como
apoyo de otra habilidad. Imaginaos la cantidad de combinaciones que pueden
llegar a salir poniendo apenas 10 habilidades distintas, y el juego tiene
alguna que otra más. De éste modo cada jugador configura un personaje distinto
según su forma de jugar.
Luego éstas habilidades
consumen una especie de barra de tiempo, cargándose más lentamente las más
poderosas.
Los combates tienen un gran
elemento táctico, así que saber qué habilidad usar en cada momento y hacerlo de
forma mesurada es la receta para no quedarnos vendidos por un tiempo de recarga
excesivo en el peor momento.
Es divertido de jugar, tiene
extras y new game plus para los que gusten de rejugar. Base clásica
complementada con un buen sistema de habilidades y subida de nivel.
Opinión Personal: Transistor es un buen juego de rol, al que sin
embargo le falta lo que más me gusta de éste tipo de obras: una historia
compleja y que te enganche desde el principio hasta el final.
El resto de elementos están
allí y con una calidad bastante alta. Un sistema de juego completo, profundo y
con un toque original, unos gráficos bonitos y una banda sonora soberbia.
Entonces, vale la pena comprarse ésta obra? Pues según.
Personalmente no la hubiera
jugado si no me la hubiera dado con el PSPlus, y una vez acabado el juego no
creo que hubiera pagado por él sabiendo lo que me iba a encontrar. Lo siento,
pero el tema de la trama en éste tipo de juegos es muy importante para mí, y
sin una como hilo central un juego de rol no me llama la atención.
Para los que disfrutéis más de
la experiencia jugable que de la narrativa y ya os vaya éste sistema de combate
seguro que encontraréis un producto al que echarle bastantes horas, cuidado y
de bastante calidad (se le nota más trabajo que a la mayoría de indies).
En fin, un juego que ha pasado
sin pena ni gloria por mi televisor y que me ha entretenido más en los menús
configurando habilidades que luego cuando me ponía a los mandos.
Valoración Personal: 6,2.
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