Descansando de tanto Gantz me
he hecho con el tomo 73 de One Piece, una de esas series que disfruto
enormemente cada vez que sale un tomo.
En ésta ocasión seguimos con
el plan en Dresdrossa, con la tripulación desperdigada a más no poder y
Doflamingo haciendo más o menos lo que le sale de los huevos. Para ser el
típico tomo de ir explicando y colocando las piezas que tiene One Piece en
todas sus sagas largas hay que reconocerle que sabe hacerse interesante,
saltando de un punto a otro sin parar, presentando personajes, añadiendo acción…
sin parar de principio a fin.
Es posible que lo que más me
está gustando de ésta saga es la cantidad de personajes con entidad que
aparecen en la misma, ya sean lugartenientes del malo, luchadores en el Coliseo
o cualquier otra cosa. El caso es que se hacen realmente carismáticos con unas
pocas viñetas, y si Oda los pone en la trama acostumbra a ser porque tendrán
algún tipo de participación en lo que está por venir.
Los únicos peros que le pongo
a éste tomo son los de siempre: un dibujo demasiado barroco con infinidad de
detalles pequeñitos en algunas viñetas que hacen que los pases por alto aunque
no quieras (recarga demasiado algunos fondos), y la inmensa cantidad de texto
que tiene todo, con explicaciones demasiado exhaustivas para mi gusto (tampoco
necesito que me lo den todo mascado). Pero bueno, ya sabéis que One Piece es
una de mis obras favoritas, y éste tomo
está a un gran nivel.
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