La serie que hoy os traigo
empieza a ser una veterana del blog, con cuatro temporadas a sus espaldas y sin
un final inminente a la vista. Toca hablar de Scandal.
En la temporada que nos ocupa
hoy hay que agradecer que se deja un poco de lado el estira y afloja entre la
protagonista y el presidente, algo que me está cansando mucho y que me hace
pensar que la prota es el peor personaje de la serie.
Por lo demás tenemos varias
tramas en danza, desde las secuelas de lo sucedido al final de la temporada
anterior, el intento por acabar con el Mando por parte de los protagonistas,
alguna trama personal interesante (con Hack o Sirus a la cabeza) y, en general,
apartando un poco el foco de las relaciones personales de Olivia (al menos las
amorosas), algo que, como he dicho, me está haciendo cansarme de la serie.
Con unas buenas tramas y lo
bien hecho que está todo (a día de hoy, las series con un mínimo de presupuesto
dan el pego estupendamente, y ésta lo tiene) hay que sumar además un buen ritmo
de capítulos y de temporada, sabiendo detenerse en algún caso menor (que igual
resulta tener consecuencias) y atando algo mejor el global de la temporada.
Los actores, estupendos como
siempre (menos la ya mencionada protagonista y su padre, que se me hacen la una
pesada y el otro histriónico), con un elenco realmente bueno que se ha hecho a
sus personajes con la facilidad que da la práctica.
Creo que sigue siendo una
temporada muy recomendable, y que engancha igual que hicieron las anteriores. Y
si encima le sumamos menos tontería y más chicha, mejor que mejor. Una serie
con política, ambientada en la capital americana y bien armada.
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