Vuelvo a la carga con
Hellblazer, en concreto el primer volumen de dos dedicado al guionista Paul Jenkins,
que vino a sustituir a Garth Ennis al frente de la colección.
Una de las cosas que más me ha
gustado de éste volumen es sin lugar a dudas que el dibujante es prácticamente
en todos los números el mismo, un Sean Phillips que parece que acompañó a
Jenkins durante toda su etapa y que dota a la misma de un grafismo coherente.
Un dibujo algo sucio y oscuro, que pega mucho con el tono melancólico de ésta
etapa y con el personaje de Constantine; un dibujo que sin ser ninguna
maravilla tiene suficiente personalidad como para acompañar a la historia.
En lo que se refiere al
guionista tenemos una serie de tramas enlazadas con un nexo común, un
Constantine que mira continuamente hacia atrás y al que siguen pasándole
montones de cosas lo quiera él o no. Ésta etapa viene bastante marcada por su
relación el Diablo, y lo que hace para deshacerse de él en las fases iniciales
de la misma.
Las historias son en general
bastante buenas, mejorando desde un inicio un tanto decepcionante hasta un
tramo final en el que se permite hacer historias sueltas muy interesantes.
Creo que ésta etapa está a
medio camino del Constantine de Ennis, un personaje que sigue conservando su
afición por pasarse el día en el pub, por estar fumando sin parar y por tener
una lengua mordaz y cierto humor negro que le sienta muy bien. Pero es un
personaje menos pasado de vueltas, más controlado y más arrepentido de todo lo
que ha hecho.
Personalmente he disfrutado
del volumen (bonito y caro, como siempre), con más y más historias de un
personaje al que le estoy cogiendo cariño y del que cada vez tengo más claro
que acabaré leyendo la colección completa.
PD: Jenkins tiene la decencia de hacer breves resúmenes sobre hechos
pasados para que el lector novato no se vea tan descolocado, algo que se
agradece mucho y que apenas le lleva un par de viñetas.
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