Admito que últimamente he
estado viendo el anime de Fairy Tail (maldito Netflix), algo que me ha hecho
valorar más la calidad del manga y coger éste volumen 45 con más ganas de las
habituales.
Y curiosamente me ha
sorprendido para bien. Éste es de los tomos que Mashiba sabe hacer cuando se
inspira: combates bien narrados, personajes carismáticos, diseños visualmente
muy chulos, capítulos a un nivel de dibujo superior al habitual, emotividad…
una mezcla de lo que le pido a un shonen al uso como es éste Fairy Tail.
Es cierto que la trama más
allá de ver lo que puede hacer Lucy o de presentar al rey de los demonios
avanza tirando a nada, pero aun así me ha parecido un tomo muy divertido de
leer.
Sobre el fanservice.
Normalmente no lo hago ascos a unas cuantas viñetas fanservice, pero el caso
con la pobre Lucy está llegando a unos niveles que sabe hasta mal: no hay
viñeta de éste número en la que no esté a punto de enseñar algo o en poses
directamente absurdas. Un poquito vale, pero tanto llega a cansar.
Dicho esto debo admitir que si
el resto de la saga mantiene éste nivel la disfrutaré mucho. Ya veremos.
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