Para variar, ésta semana he
visto dos películas, no sólo la de la sección de los sábados. El motivo? Que
llevaba un tiempo con una película de Netflix en mi lista y ya iba tocando
verla.
La película en cuestión es
John Wick, un film digamos de segunda fila en el que el personaje encarnado por
Keanu Reeves hace frente a una venganza al más puro estilo de las películas de
los noventa. Y esa es la trama, aquí no busquéis profundidad porque os va a
costar encontrarla, y lo que
encontraréis es una película de acción sin concesiones muy bien hecha.
La excusa argumental es la
siguiente: el bueno de John parece que fue un auténtico badass como asesino,
una leyenda que se cuenta para asustar a otros en la profesión. Pero el amor le
apartó de esa vida y le volvió un hombre normal. Pero la mujer que le cambió ha muerto, y
cuando el último recuerdo de ella es destruido por el hijo de un mafioso… ya
puede temblar toda la organización.
Llama mucho la atención en
ésta película la calidad de las escenas de acción, una mezcla muy bien llevada
entre tiroteos y artes marciales que se hace realmente atractiva de ver y que
sabe darnos escenas como la del club nocturno: totalmente espectaculares.
Por suerte no sólo de escenas
de acción bien rodadas vive la película, ésta se encarga de crearnos un mundo
de asesinos muy interesantes y que da pie a crear productos accesorios.
Multitud de detalles que no se explican pero que ayudan a dar profundidad (como
las monedas de oro con las que pagan o el hotel donde transcurre parte de la
película). Un trabajo que no sé si es buscado pero que le da muchos puntos a
una cinta que, en caso contrario hubiera pasado mucho más desapercibida.
Los actores también están
bien, desde Reeves en su papel de hombre sin expresión que mata todo lo que
encuentra hasta el hijo del mafioso (interpretado por el mismo actor que hace
de Theon Greyjoy en Juego de Tronos). Una cantidad de rostros conocidos
bastante importante que le dan algo de empaque a la película.
Evidentemente no diré nada del
ritmo, y es que si estoy hablando bien de una película de acción a la vieja es
normal que éste esté muy bien medido, con escenas de acción bien rodadas y de
la duración justa.
Una auténtica sorpresa, y no
porque estemos ante ninguna maravilla, sino porque John Wick sabe perfectamente
el tipo de película que es y se siente cómoda con ello, ofreciendo a los
amantes de las películas de acción de los noventa una ración algo modernizada
de todo lo que les gustaba hace veinte años.
Personalmente creo que vale la
pena darle una oportunidad, poco más de una hora y media de metraje que no se
indigesta en ningún momento y que bien puede servir para olvidarse de los
problemas durante un rato.
Valoración Personal: 8.
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