Ésta semana os comento el
debut (si no tengo mal entendido) como director de Russel Crowe, en una
película que también protagoniza.
La historia nos cuenta cómo un
granjero australiano que ha pasado los últimos años temiendo por las vidas de
sus hijos (han ido a la primera guerra mundial) decide, a la muerte de su
esposa, ir a buscarles a la zona donde combatieron: Turquía.
La película se mueve a medias
entre la búsqueda de los hijos (o sus cuerpos) y la relación que empieza éste
buen hombre con una trabajadora de la posada en la que se hospeda. Una trama
previsible y algo ñoña que sólo destaca en un momento puntual hacia el tramo
final. La mezcla de las dos tramas tampoco está del todo bien llevada,
pareciendo en muchas ocasiones dos películas distintas que no acaban de pegar
entre ellas, supongo que había que llenar una hora cincuenta.
Digamos que ni en desarrollo
ni en ritmo estaríamos ante una película que enganche, simplemente va pasando
ante nuestros ojos sin dejar demasiado poso, ni tan solo cuando las escenas que
vemos nos cuentan cosas un tanto duras. Una falta de pulso narrativo que te
desconecta de lo que sucede y que sólo consigue enganchar en la ya mencionada
escena en el tramo final.
En cuanto a la ambientación,
nada que objetar, unos escenarios bien escogidos que te llevan a la época.
Resulta curioso el tono empleado para la iluminación, algo amarillento durante
todo el metraje.
Los actores no están mal,
Crowe tiene oficio y se le nota; mientras que los demás están creíbles en sus
papeles. Pero como no podía ser de otro modo, tenemos un niño pesado al que le
darías una patada y que no aporta nada.
Como podréis adivinar, el
Maestro del Agua es una película olvidable, un intento de hacer algo profundo y
trascendente que se pierde y queda algo pretencioso que no acaba de enganchar
nunca y que al menos tiene la virtud de no hacerse eterno (podría haber sido la
típica película de dos horas y media que no se acaba nunca). Una muestra de que
no todos los actores sirven para dirigir, o de que lo que nos quiere contar
Crowe no nos interesa.
Valoración Personal: 5,5.
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