Hoy os traigo una serie un
tanto especial, la primera de las recomendaciones de Netflix que me he dignado
a ver y que no tenía ni idea de si me iba a gustar o no.
Sense8 es una serie que nos
cuenta la historia de ocho personajes distintos, conectados de una forma que no
desvelaré a raíz del suicidio de una mujer, que todos ellos ven aunque se
encuentren en distintos lugares del mundo.
Así, iremos descubriendo qué
es lo que les une y porqué se suicidó la mujer a la par que cada uno de los
personajes va desarrollando su propia historia y demostrándonos su
personalidad.
Para que os hagáis una idea de
lo disparos que son los personajes, tenemos a los siguientes: un policía de
Chicado, una blogger de San Francisco, una química de la India, una ejecutiva
coreana, una conductor de furgoneta nigeriano, una DJ escandinava, un ladrón
alemán y un actor mejicano (interpretado por el español Migue Ángel Silvestre).
Todos éstos personajes tienen una trama interesante detrás, y las
interconexiones entre ellos no hacen sino mejorar las tramas individuales.
En lo técnico nos encontramos
con una serie de colores muy vivos y presupuesto elevado, rodada en todas esas
localizaciones y con unas imágenes preciosas. Fotografía perfecta.
Además, la narración es
clarísima, contando con escenas de acción o de lucimiento actoral de un nivel
altísimo (de lo mejor de éste 2015 pasado).
Pero lo mejor de todo es lo
que transmite, la ingente cantidad de sentimientos que nos llegan a través de
sus personajes, el auténtico motor de la serie y lo que más llega. Es un
gustazo ver cómo los guionistas se han esforzado por hacernos llegar un amplio
abanico de emociones (de allí el Sense del título de la serie) y prácticamente
siempre con una mirada optimista, por tenso que sea lo que estamos viendo o por
mal que lo estén pasando los personajes.
Debo avisar que es una serie
que no se corta, mostrando escenas que pueden herir algunas sensibilidades y
mostrando sexo casi explícitamente. Habrá a quien éstos dos elementos le tiren
para atrás, pero no deberían ser motivo para perderse ésta serie (es algo más
puntual que habitual).
Sinceramente creo que estamos
ante una de las grandes sorpresas de 2015, una serie que en el momento de
escribir esto (noviembre de 2015) no es prácticamente conocida por nadie, pero
que estoy convencido que no dejará a nadie indiferente.
El final es cierto que queda
demasiado abierto, y más teniendo en cuenta que no sabían si la serie sería
temporada para una segunda temporada (que sí), pero vuelvo a decir que el viaje
que tendréis durante éstos 13 capítulos de la mano de éstos entrañables
personajes vale demasiado la pena como para perdérselo por minucias.
A verla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario