Séptimo tomo de Vinland Saga,
esa historia de vikingos que me tiene totalmente entregado. En ésta ocasión
podríamos decir que estamos ante un tomo más de transición que de avance de
trama, pero incluso así consigue engancharte desde la primera página hasta la
última.
La historia se centra en el
príncipe Canuto, uno de los hijos del rey de Dinamarca y el elegido por
Askeladd para ocupar el trono en un futuro cercano. El pique entre el príncipe
y su padre, ahora que el más joven ha conseguido dar un paso al frente y
empezar a hacerse un hombre, es lo que marca el tono del tomo. Una batalla
política que no ha hecho más que empezar y en la que estoy convencido que
veremos varios movimientos.
Sirve también para ver el
sitio de cada uno de los personajes que van quedando a las órdenes de éste príncipe.
Unos personajes muy fuertes que han quedado ligados a alguien que hasta hace
poco era un alfeñique, pero que ha sufrido una transformación en el carácter
que ríete tú de Jekill y Hyde.
El ritmo del tomo es
endiablado, incluso con el (estupendo) flashback que hay en su segunda mitad
consigue que las páginas se pasen volando. Esto es gracias a la habilidad del
autor para componer la página, haciendo que saltar de una viñeta a otra sea
casi como estar viendo un anime.
Como no podía ser de otro modo,
el dibujo sigue igual de bueno que hasta ahora, un dibujo muy detallado pero
que no recarga ninguna viñeta. Un dibujo casi perfecto para contarnos la
historia que se va desarrollando ante nosotros.
Supongo que lo único que queda
claro es que me encanta, pero no quiero meterme demasiado a fondo por no chafar
la experiencia a nadie. De esos manga que hay que tener en la estantería sí o
sí.
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