Sigo con el repaso a Dragon
Ball por sagas (no os preocupéis, después de ésta sólo quedan otras dos) y le
toca a una de las más recordadas: la saga de Freezer con el planeta Namec como
centro de la acción.
La premisa es sencilla: las
bolas de Dragón de la Tierra han desaparecido tras la muerte de Piccolo, así
que deciden ir planeta de origen de éste buen hombre para usar las que parece
que tienen allí. Pero no sólo ellos querrán las bolas, Vegeta y Freezer (nuevo
villano y teóricamente el más poderoso del Universo) también acabarán en Namec.
Como avanzadilla veremos cómo
Gohan y Krilin hacen lo que pueden, descubriendo cosas sobre el mundo en el que
están y sobre los terribles enemigos a los que se enfrentan: una especie de
organización militar dominada por un ser de poder supremo. Organización a la
que Vegeta pertenece, por cierto.
De lo mejorcito de ésta saga
son sus malos, diseños alienígenas uno tras otro en los que Toriyama se puede
quedar a gusto y dejar de hacer siempre las mismas caras. Son personajes que
tienen su carisma y que pondrán en aprietos (están siempre escondidos) a los
protagonistas.
Está muy bien también que Goku
aparezca con la saga avanzada, como una especie de último recurso para vencer
al malo (no deja de ser el protagonista), y es que la idea de substituir a Goku
por su hijo se ve venir pero aun no funciona.
Llama la atención la escalada
de poder que hay en ésta saga, Krilin mismo multiplica por diez su fuerza en
unos días (algo que sabemos gracias a unos detectores que nos dan la fuerza en
número), y lo que pasa durante el combate final no tiene nombre, siendo de
entrada un ser de fuerza increíble el enemigo, cómo leches debe ser al final?
Quitando ésta afición a
hacerlo todo más fuerte y con más transformaciones, asistimos también a la
primera transformación en súper guerrero, cuando se ponen rubios, vamos. Y no
deja de ser una escena espectacular.
El dibujo del autor ha pasado
de unas líneas muy suaves y unos personajes aniñados a algo más anguloso y con
mucha menos inocencia. Se nota la evolución a lo largo de los años, aunque no
tengo claro si para bien (aunque sigue siendo muy agradable de ver).
Resumiendo: una saga mítica
por lo que caló el enemigo y por el ritmo frenético que tiene. Nos quedan la de
los Androides y la de Buu, otras que cogen de ésta la subida de nivel cada
pocas páginas. Así que diré que ésta es la que más me gusta de la etapa Goku
adulto y creo que os podéis hacer una idea de lo bien que está.
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