Ya os habréis dado cuenta que una
de mis múltiples aficiones son los juegos de miniaturas, siendo Warhammer al
que más tiempo le he dedicado, y con diferencia. Bien, pues resulta que
derivado del juego de batallas apareció hace muchos años un juego de bandas
dentro de una ciudad, un juego que fue abandonado por Games Workshop pero que a
día de hoy todavía cuenta con adeptos, o no se explicaría que hayan sacado
recientemente una versión para Pc.
Historia: Hace muchos años
cayó sobre la próspera ciudad de Mordheim un meteorito lleno de piedra bruja.
Dicho meteorito hizo inhabitable la ciudad, pero a su vez contenía uno de los
materiales más raros que existen, por contenter gran cantidad de magia en su
interior.
Desde entonces han sido muchas
las bandas que han entrado en las ruinas de la ciudad, con el objetivo
principal de acumular riquezas y tesoros como nadie haya visto antes.
Nosotros encarnaremos a una de
esas bandas (la haremos nosotros mismos) a elegir entre un limitado número de
opciones, para en una campaña con muy poco de narración alzarnos como los más
poderosos de Mordheim.
Una mera excusa a la que pocos
recursos han dedicado
Apartado técnico: Ésta ha sido mi primera decepción con éste
juego. Porque no puede ser que tratándose de un juego 2015 se vea como si
hubiera salido antes de 2010.
Ni las ciudades tienen demasiado detalle, ni las tropas variedad. Un
conjunto que podría haber entrado por los ojos como la ciudad gótica y
corrompida que es y que acaba por hacerse tedioso e incluso llega a sacarte de
la partida por lo poco actual que es.
Esto no sería demasiado sangrante si no estuviéramos ante un juego con un
escenario bastante pequeño en el que no se mueve nada en tiempo real y con unos
personajes con unas animaciones bastante ortopédicas.
La música y efectos de sonido simplemente acompañan.
Jugabilidad: Si la
historia es una excusa y el apartado técnico es ve desfasado, la jugabilidad
debe ser a prueba de bombas, no¿?
Pues más bien no.
Nuestro objetivo es mover por
turnos a nuestras tropas por el escenario, con la esperanza de encontrar a las
del enemigo y acabar con ellas mientras recogemos lo que podamos de la ciudad.
Así dicho no suena mal, pero luego nos encontramos con que la mayoría de las
veces nos encontraremos el enemigo por una de éstas dos razones: casualidad o
que nos aprendemos de memoria el mapa y sabemos dónde puede estar si no lo
estamos viendo.
Ésta forma de jugar hace que
enseguida pierdas el interés, porque la sensación de estar ante algo aleatorio
hace que la experiencia en la estrategia se pierda totalmente.
Por si fuera poco las opciones de
personalización de nuestras bandas (si no recuerdo mal hay sólo 4 distintas)
son bastante escasas, con pocas cabezas o cuerpos que elegir para las tropas, y
eso vuelve a tirar para atrás cuando parte del encanto de Mordheim es hacer
único a cada soldado.
Por otro lado el sistema de
experiencia funciona buen. El oro y puntos de experiencia que consigamos se
podrán gastar en mejorar a nuestras tropas y héroes; además, puede que en
batalla suframos heridas que nos empeoren a un personaje, incluso pueden llegar
a morir perdiéndoles para siempre. Así que al menos la sensación de progresión
está bien conseguida.
Opinión personal: Mordheim ha sido para mí una de las mayores decepciones de los últimos
años. Un juego basado en una franquicia de Games Workshop que se me ha hecho
aburridísimo de jugar y que no me ha transmitido para nada la sensación del
juego de miniaturas (algo que sí hicieron obras anteriores como Blood Bowl o
los Dawn of War).
Fue empezar con el
editor de la banda y tener la mosca detrás de la oreja: pocas bandas y poca
personalización. Pero bueno, esperaba poder desbloquear algo a medida que
avanzara jugando (que no).
Luego a jugar. La
primera partida no tengo muy claro que hice, pero acabé ganándola de paliza.
Los enemigos aparecían de sopetón, no sabía dónde estaban mis unidades unas
respecto a las demás y los combates se limitaban a elegir el tipo de ataque o
defensa a emplear.
Y luego jugué unas
cuantas partidas más, pensando que sería de esos juegos con una barrera de
entrada complicada pero que esforzándome un poco conseguiría disfrutar de él.
Y no. Pasadas unas
cuantas horas seguía siendo todo igual de aburrido e intrascendente, haciendo
que desinstalara el juego del pc sintiéndome totalmente estafado.
Esto es una beta,
y encima con un sistema jugable que se debe pulir sí o sí, ya sea dando la
opción de tener una vista aérea o un simple mapa para saber dónde leches están
tus tropas; porque hoy por hoy es el azar el que decide si ganas o pierdes.
Con lo dicho os
habrá quedado claro que no debéis acercaros a éste Mordheim, una auténtica
tomadura de pelo.
Valoración Personal: 2.
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