Dos tomos de Ranma la semana
pasada, así que ésta toca ponerse con algo más modernillo. Y qué mejor que One
Punch Man, el manga que causa sensación allá donde va?
Éste cuarto tomo sigue
avanzando en la trama de Saitama y su relación con la asociación de héroes,
presentando a dos de los miembros de la clase S (un vejete y un tipo muy
salido) y ampliando así el particular mundo de la serie. Para los mismos fines
tenemos también una mejor aclaración de los niveles de amenaza, algo que no
deja que ser accesorio pero que le da más riqueza al mundo.
El tomo en sí gira en torno a
dos amenazas, la primera un meteorito que destrozará la ciudad donde vive el
protagonista, mientras que la segunda queda sin resolver y consiste en una
amenaza venida del mar.
La primera amenaza deja fuera
de juego al protagonista hasta el final, mostrando lo que pueden hacer algunos
de los demás con escenas espectaculares a más no poder. Además, nos ayuda a ver
cómo es Saitama, ya que tras resolver la amenaza tiene un escarceo con la
población que le culpa de lo sucedido. La resolución final ha sido lo primero
que me ha hecho reír de verdad en éste manga.
La segunda amenaza vuelve a
dejar fuera a Saitama (al menos de momento) creando poco a poco un clímax para
presentarnos a un villano monstruoso que despacha héroes sin despeinarse.
Como extra tenemos un capítulo
en la cárcel que me ha resultado realmente divertido, un aliciente a comprarlo
en papel para tenerlo todo juntito, ya que además viene en el lugar en el que
debe ir.
Gran tomo, que ya te coge
metido totalmente en el particular mundo de One Punch Man y te ofrece lo que la
serie promete: acción, humor y un dibujo simplemente espectacular y maravilloso
que se sale en las escenas de acción. Puro fanservice para los fans de la
acción en un manga divertido y emocionante como pocos, con el protagonista más
absurdo que he visto en tiempo.
Ahora sí que ya puedo ir
recomendando la compra de ésta obra.
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