Que soy un fan de Warhammer no
debería sorprender a nadie, así que si sale un juego basado en éste universo lo
mínimo es probarlo. Y eso es lo que he hecho con Vermintide, una puesta en
primera persona para éste famoso mundo de fantasía.
Historia: Escasa, apenas
un hilo de fondo sin presencia en la jugabilidad del título.
De todos modos y si uno quiere
rascar un poquito, se supone que somos aventureros en la ciudad de Ubesreik
(según Wikipedia) con el objetivo de hacer frente a una invasión skaven.
Así, cumpliendo distintos
objetivos según la zona de la ciudad en la que nos encontremos frustraremos los
planes de éstas alimañas.
Apartado técnico: Un punto fuerte de Vermintide es la recreación
de una ciudad imperial en el mundo de Warhammer, edificios, calles, elementos
más fantásticos… todo está recreado con todo lujo de detalles, dando la
sensación de estar ante una ciudad enorme (aunque partida en escenarios más
pequeños) con multitud de lugares de referencia y bajo el ataque constante de
los hombres rata.
La variedad de enemigos no es demasiado alta, pero entre la cantidad de
ellos que hay en pantalla, los personajes aliados que nos acompañan y la gran
recreación del escenario, no podemos quitarnos de encima la sensación de estar
en una ciudad a punto de caer ante hordas y hordas de enemigos, siendo nosotros
apenas un héroe contra la marea.
Técnicamente el juego está a una muy buena altura, nada que envidiar a
otros juegos en primera persona, y más al tener durante gran parte del
desarrollo del mismo a los enemigos justo encima, lo que propiciaría que se
vieran unos errores visuales que no se aprecian.
Un lujazo para los fans de la saga.
Es una rueda de esas que nunca
acaban, divertida de jugar si encontramos un grupo más o menos habitual pero
con una experiencia inferior si tenemos que depender de los que estén buscando
grupo en ese momento.
Cada personaje tiene alguna
particularidad que le hace especial en combate, lo que unido a una dificultad
más bien alta hará que cada misión sea un reto a la altura de la dificultad en
el que intentemos encararlo.
Lo dicho: juego puramente online
a disfrutar con un grupo de amigos.
Entonces, qué
puede salir mal? El grupo de compañeros.
En mi caso no
cuento con un grupo de amigos habitual para jugar a juegos online, y en éste
Vermintide se me ha hecho algo más imprescindible que en otras obras como Dota
2, ya que si el grupo no está a lo que está el juego deja de ser divertido y
acaba dando igual lo que hagas tú por la misión, perderéis miserablemente sea
cual sea el nivel de dificultad.
Ésta exigencia no
es algo malo, simplemente requiere coordinación y un mínimo de habilidad por
parte de todos los jugadores, algo que no he sabido encontrar, acabando en una
experiencia frustrante en extremo y para nada gratificante.
Y eso que estaba
más contento que una perdiz con mi elfa y su arco, y disfrutaba con cada nuevo
elemento de equipo que mejoraba lo que ya tenía, incluso me había mentalizado
que éste juego me iba a absorber un buen puñado de horas.
Así que ya lo
sabéis: si os van los juegos exclusivamente online y tenéis un grupo de amigos
con los que quedar para jugar regularmente, éste puede ser vuestro juego. Es
cooperativo y extremadamente divertido cuando el grupo se coordina y está a lo
que tiene que estar. Si por el contrario disfrutáis más de las campañas en
solitario (como yo), no os acerquéis a Vermintide, no ofrece nada que pueda
interesaros.
Valoración Personal: 6.
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