La película de ésta semana ha
sido elegida por tres motivos: el primero, Emma Stone (que siempre es agradable
de ver en pantalla), el segundo, Joaquim Phoenix (menos agradable pero gran
actor) y el tercero, Woody Allen (director consagrado con el piloto
automático).
Es una película 100% de su
director, y pese a que más de uno diga que no tiene la chispa de obras
anteriores, no deja de ser una buena película, con un buen guion y rodada con
oficio.
La trama nos cuenta cómo un
profesor es contratado en cierta universidad, éste hombre está acabado
anímicamente hasta el punto de que le da igual si vive o muere. Por otro lado
tenemos a una alumna, totalmente fascinada por la vida de su nuevo profesor.
Como no podía ser de otro modo
la relación entre ambos se va volviendo más y más cercana hasta que… y no
cuento más, porque parte de la gracia de la cinta está en los dos giros de
guion que tiene.
Digamos que estamos ante un
drama de personajes en el que el desarrollo de los mismos es lo más importante,
y es un desarrollo que viene marcado por lo que vemos que les sucede y que no
sólo les afecta a ellos, sino a los que les rodean.
Es una película que si hubiera
sido rodada por otro director y con otros actores sería un telefilm. Pero el
buen hacer de los tres motivos por los que he visto la película acaba por hacer
que te atrape y te lleve por donde quiere durante la hora y media que dura.
No estamos ante una obra que
vaya a pasar a la historia, pero sí ante una película que vale la pena ver y
que raro será que os arrepintáis de haberlo hecho. Y no os preocupéis, si no os
gusta Woody Allen en sus puntos más extremos, aquí no le encontraréis.
Valoración Personal: 7,8
Valoración Metacritic: 53.
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