Vuelvo a la carga con uno de
los mangas que más raro hacen que me sienta cuando los termino: por un lado me
gusta el dibujo, los personajes, las luchas y el fanservice, mientras que por
el otro siempre me da tiempo encontrarme un tomo más de relleno total y
absoluto que no conduce a nada. Qué será ésta vez?
Pues por suerte me ha parecido
uno de los tomos en los que me toman el pelo.
Es cierto que hay todo lo que
he dicho al inicio y que la trama prácticamente no avanza, pero también es
cierto que hay cierta epicidad que en los combates anteriores no se sentía, con
los primeros espadas luchando y la saga precipitándose hacia un final que se
atisba en el horizonte.
En general creo que es el
mejor tomo de los últimos y con bastante diferencia, con los personajes
principales luchando en las típicas peleas shonen sin estrategia ni sentido (y
en la que los personajes ahora son más poderosos que hace un momento en el que
se estaban muriendo) pero que mola ver. Y lo mejor: la trama avanza un poco,
sabemos por qué existen éstos demonios, conocemos un poquito más del nuevo
poder de un protagonista y ¡aparecen los dragones!
En fin, no descubro nada si
sigo pidiéndole un guionista al bueno de Mashiba. Pero no hay que negarle que
cuando tiene el día sabe hacer obras divertidas y emocionantes.
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