Ésta semana le toca pasarse
por el blog a una película a la que le tenía bastantes ganas, una cinta que
venía de la mano de Pixar y nos llevaba a un pasado alternativo, en el que los
dinosauros no se habían extinguido.
La película nos lleva a una
familia de dinosaurios (padres y tres hijos) que trabajan una granja apartada
de todo, en la familia hay uno de los niños que parece ser un cobarde y no valer
para nada, pero su padre intenta hacerle madurar. Para ello decide llevárselo
de excursión más allá de los límites de la granja, con la mala fortuna de que
acaba palmando (el padre).
Un tiempo después, a éste
chaval dinosaurio se le lleva la misma corriente que se llevó a su padre,
despertando muy lejos de su granja y teniendo que espabilarse para volver. Por
suerte un niño humano (edad de las cavernas) le ha cogido cariño, así que
emprenderán el viaje juntos.
Es una especie de en busca del
valle encantado en el que los dos personajes se irán haciendo amigos mientras
intentan volver a casa, con momentos puntuales realmente buenos y el acabado al
que nos ha malacostumbrado Pixar.
El problema quizá es ese, que
nos ha malacostumbrado, así que cuando les sale una película no sobresaliente
nos decepcionamos.
Y eso ha pasado con el Viaje
de Arlo. Porque seamos sinceros: es una película menor dentro del estudio. Ni
la historia engancha ni el ritmo es lo suficientemente bueno. Son dos errores
bastante importantes y que te hace desconectar de una película bien hecha y con
unos personajes con gancho (especialmente el niño humano).
Otro elemento que no me ha
acabado de convencer es el enfoque, ya que por momentos es evidente que no es
una película dirigida a niños (escenas duras, separaciones, muertes, drogas,
fantasmas, etc…) mientras que algunas decisiones te hacen pensar que sí (el
aspecto casi cartoon de los dinosaurios, el humor, etc…). De éste modo tienes
un producto que no parece saber quién es su público objetivo, algo que se nota
durante todo el metraje.
Y no es una mala película,
tiene muchos elementos a destacar (me reitero en el personaje de Spot, el niño
humano), y sabe transmitir algunos de los valores típicos de Disney que está
bien que los chavales vean. Pero ese quedarse entre dos aguas y los mencionados
fallos de ritmo hacen que el sabor de boca final no sea todo lo bueno que uno
esperaría.
Yo no recomendaría que la
vierais con niños pequeños (el mío tiene 2 años y se ha acojonado un poco en
algunos trozos), y para verla los adultos se queda a medias. Así que os diría
que paséis de largo a no ser que seáis completistas del estudio que la ha
hecho.
Valoración Personal: 6,5.
Valoración Metacritic: 66.
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