Me gusta porque en épocas
navideñas empiezan a salir películas de las que me gustan, ya sean blockbusters
o las que intentarán competir en los Oscar.
The Walk es claro ejemplo de esto,
una película rodada por Robert Zemeckis y que nos narra la historia de Phllipe
Petit, un funambulista francés que hizo historia por cruzar mediante un cable
la distancia que separaba a las torres gemelas.
La principal duda que tenía
sobre la película era si conseguiría soportar un metraje de casi dos horas con
una historia a priori tan sencilla, y si no se haría demasiado pesado el verle
cruzar el espacio entre las torres. Y debo decir que todo el tramo previo a
cruzar me parece realmente bueno, una historia sobre un personaje con un sueño
y la gente que le rodea para ayudarle a cumplirlo. Es un tramo largo, que ocupa
casi toda la película y que se pasa volando.
La mezcla de inocencia con una
meta imposible hace que enganches con el personaje, un personaje al que vemos
crecer e ir como una flecha a cumplir su sueño.
Los personajes están muy bien
tratados, y aunque apenas haya un puñado con verdadero papel en la película
están todos estupendos. Como no podía ser de otro modo Gordon Lewitt sobresale,
transmitiendo lo que quiere y cuando quiere y componiendo un personaje
tridimensional muy interesante.
En cuanto a ritmo, la película
no se hace aburrida en ningún momento, deteniéndose lo justo en cada apartado
de la vida del protagonista y convirtiéndose poco a poco en una película
similar a las de atracos.
Los efectos visuales están a
una altura muy alta, la recreación tanto de Nueva York como de Paris son
magníficas, pero es en las vistas desde lo alto de la torre y al paseo por
parte del protagonista cuando se sale en lo visual. Y la música está genial en
todo momento, con un Silvestri que demuestra que sigue en forma.
Hasta aquí todo bien. Pero hay
un pero.
El final. Todo el tramo que se
supone debería ser espectacular y dejarte boquiabierto mientras el protagonista
cruza y ves toda la ciudad a sus pies se me ha hecho pesado y largo. Y que el
clímax de una película sea lo más flojo de la misma acaba por dejarte un sabor
de boca peor que cuando sucede al contrario. Y es una pena, porque una hora y
media de la película me parecen excelentes, y justo cuando echa el resto en lo
visual es cuando menos me gusta.
En fin, que en conjunto sigue
saliendo una película notable, homenaje tanto al personaje como al edificio a
la que le falta poco para acabar de redondearse. Lástima.
Valoración Personal: 8.
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