Spotlight fue una de las
películas con mejores críticas del año pasado (mirad su metacritic), una que no
sólo contaba con una serie de buenos actores en su cartel, sino que trataba un
caso real sucedido en Boston a principios de siglo.
La película nos lleva a la
redacción de un periódico, concretamente al equipo encargado de los reportajes
de investigación. Con éste equipo asistiremos a la investigación periodística
en torno a una serie de abusos a menores ocurridos en la ciudad y tapados
posteriormente por la jerarquía eclesiástica.
Así, poquito a poquito iremos
siguiendo las pistas junto a los protagonistas, viendo los escollos que deben
superar en una ciudad tan católica como Boston y descubriendo horrorizados
(recordemos que es un caso real) cómo el caso se hace más y más grande.
Sinceramente estamos ante una
película que, de caer en otras manos o de tener otros actores en nómina sería
un telefilm de todas todas. No tiene nada en la producción que la distinga de
ese tipo de película, pero hemos tenido la suerte de que las manos que la han recogido
son bastante capaces.
La película tiene un
desarrollo muy bien llevado, apoyándose en el estupendo trabajo de los actores (Rachel
McAdams, Mark Ruffalo y Michael Keaton) para enganchar al espectador. Y es
curioso porque pese a ser una película con poca acción o movimiento no se hace
larga en ningún momento.
La trama se va desplegando
ante nosotros de forma muy bien medida, los sucesos van cayendo sobre la
redacción y lo que descubren les va afectando de una forma u otra; pero el
trabajo periodístico sigue adelante sin pausa. Supongo que en EEUU ha servido
como retrato de un momento puntual de su historia y de una forma de entender el
barrer las cosas bajo la alfombra que ha durado durante mucho tiempo.
Se trata todo con mucho gusto,
sin que tengamos que ver ningún tipo de imagen escabrosa, pero aún así es una
película que llega, quizá por tratar un tema tan espinoso como el abuso a niños
(y más cuando viene de la mano de alguien en quien tendrían de poder confiar
sin reservas) o el encubrimiento por parte de aquellos que deberían
denunciarlo. En ningún momento nos sentiremos incómodos con ninguna imagen ni
nada por el estilo, así que podéis estar tranquilos a ese respecto.
Vuelvo un momento a los
actores para volver a destacar a los que en mi opinión son los que llevan el
peso de la película (que no debería haberse llevado el Oscar a mejor guion
original, ya que es bastante convencional); me ha gustado especialmente el
papel de Mark Ruffalo como uno de los reporteros. Se nota mucho la implicación
de todos, y es que son ellos los que te hacen creíble la historia.
Me detengo también para
mencionar el excelente trabajo de Howard Shore en la banda sonora. En más de
una ocasión me ha hecho centrarme en la película cuando empezaba desconectar,
con temas muy adecuados y buenos.
En mi opinión es una buena
película, pero bastante sobrevalorada. Quizá el que esté basada en hechos
reales jugó a su favor en los premios, pero nunca la hubiera votado como mejor
película del año pasado para los Oscar. Es una cinta que se ve muy bien, con
contenido y bien interpretada. Pero también es una historia que, por desgracia,
hemos visto una y mil veces, sin apenas nada que la haga destacar sobre otras
cintas de corte similar.
Pero bueno, cada uno tiene sus
gustos, y los míos dicen que es una película que vale la pena ver pese a que no
quedará grabada en vuestra memoria. Ya me diréis.
Valoración Personal: 8,5.
PD: Recibió los Oscar a mejor película y a mejor guion original.
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