Qué ganas tengo de que acabe
manga, sesenta y seis tomos son demasiados para una historia que avanza lenta
cual caracol y ya lleva años en un combate continuo, en tomos de relleno de
combates entre personajes que no importan.
Y fíjate que el tomo anterior
daba esperanzas, con la reaparición del protagonista (al que ni se huele aquí).
Pero ha vuelto a las andadas: combate tras combate, tras combate. Por lo menos
el bizarrismo ha ido bajando y vuelven a ser combates interesantes de ver.
Por otro lado sigue teniendo
ese dibujo fluido y agradable de ver, que pese a no destacar por nada se nota
cuidado en los personajes y hace muy fácil seguir la acción (lo único que nos
queda).
Repito que a lo mejor cuando
relea éste manga del tirón la cosa mejore por no tener que esperar meses entre
un combate y el siguiente, pasando la acción (fácilmente veinte tomos en un par
de horas) de forma más rápida.
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